Importancia de la cama en el manejo inicial del pollo
La calidad de la cama es un punto relevante en la producción de pollos de engorde ¿Cuáles son las estrategias de manejo a tener en cuenta para cuidar la salud y el rendimiento de las aves?
Por: Matías Folmer, Técnico Comercial de Adinnova
Fotos: Adinnova
En la avicultura intensiva actual, muchos factores juegan un papel fundamental en el bienestar del pollito bebé al momento de su alojamiento en los galpones. Sin duda, uno de los aspectos que a menudo pasa desapercibido es la calidad de la cama.
Hoy en día, la reutilización de la cama es una práctica habitual y, dependiendo del país, ha adquirido gran relevancia debido al costo y la disponibilidad de los materiales utilizados. Su correcto manejo es esencial para el desarrollo y la sanidad de las aves durante las primeras semanas de vida. De lo contrario, un descuido en su gestión puede generar altos niveles de amoníaco, una marcada proliferación de microorganismos patógenos y, en consecuencia, problemas sanitarios. Esto, sumado a un manejo inadecuado y a deficiencias en las instalaciones, tendrá un impacto determinante en los resultados productivos de las aves.
Este artículo explora los puntos clave en el manejo de la cama y su impacto en la producción de pollos de engorde.
¿Qué es la cama de pollo?
La cama de pollo es el material utilizado en el suelo de los galpones avícolas para aislar a las aves y proporcionarles una superficie seca y cómoda donde puedan desplazarse. Su principal función es absorber la humedad generada por las excretas y mantener condiciones ambientales óptimas para el lote.
Una buena cama debe contar con las siguientes características:
- Alta capacidad de absorción de humedad.
- Partículas de tamaño medio (material picado o triturado).
- Baja conductividad térmica.
- Facilidad para liberar la humedad absorbida al ambiente.
En Argentina, los materiales más empleados, ya sea solos o combinados, incluyen:
- Cáscara de arroz
- Viruta de madera
- Cáscara de maní
Importancia en la producción y manejo adecuado
Debido a la dificultad para conseguir los materiales de cama y su alto costo en Argentina, se opta por reutilizar la cama durante varias crianzas (entre 3 y 6 ciclos). Sin embargo, la reutilización suele estar asociada a una peor calidad de la cama debido a la mayor acumulación de amoníaco, humedad y carga bacteriana.
Para garantizar un desarrollo adecuado de las aves y prevenir enfermedades de infecciones respiratorias y pododermatitis, es fundamental implementar estrategias de manejo tanto durante la crianza como en el período de descanso. Algunas de estas estrategias incluyen:
1. Control de la humedad
Mantener la humedad por debajo del 40% ayuda a prevenir la compactación y el desarrollo de patógenos. Es clave controlar las pérdidas en los bebederos, que suelen generarse por la acumulación de sarro. En verano, se debe verificar que los foggers y/o paneles evaporativos utilizados para reducir el calor en el galpón funcionen correctamente y sin pérdidas de agua.
2. Remoción y aireación de la cama
Es importante evitar la formación de "champas" o "cascarones" y eliminarlas lo antes posible si se forman. Se recomienda el uso de herramientas mecánicas o manuales para remover la cama y airearla, especialmente en zonas de alta humedad.
3. Ventilación adecuada
Una correcta ventilación es crucial para evitar la acumulación de amoníaco generado por la fermentación de las heces, incorrecto manejo de la línea de los bebederos y/o de la ventilación. En épocas frías, el equilibrio entre la eliminación del amoníaco y el mantenimiento de la temperatura interna del galpón es más complejo. En instalaciones modernas, se utilizan sensores de calidad del aire para ajustar automáticamente los niveles de ventilación.
4. Control de la densidad de aves
Una elevada densidad afecta negativamente la calidad de la cama debido a la mayor acumulación de deyecciones.
5. Vacío sanitario y control de temperatura
Lograr temperaturas cálidas durante el período de descanso (+25°C) permite que las bacterias productoras de amoníaco sigan consumiendo el nitrógeno de la cama, reduciendo los niveles de amoníaco antes del ingreso del nuevo lote de aves.
6. Compostaje de la cama
Ante la necesidad de reutilización, algunos productores optan por el compostaje dentro de los galpones para reducir la carga de patógenos y extender la vida útil de la cama. Sin embargo, para que esta práctica sea efectiva, es fundamental:
- Contar con personal capacitado y equipamiento adecuado.
- Garantizar un período mínimo de descanso de 2 semanas entre lotes.
- Monitorear la temperatura del compost, asegurando que supere los 65-70°C para eliminar patógenos.
- Rotar la cama acumulada para lograr una temperatura uniforme en todo el material.
- En algunos casos, utilizar coberturas como nylon para optimizar la temperatura del proceso.
Si el compost no alcanza la temperatura deseada, se recomienda agregar agua para activar la fermentación y mejorar la degradación de la materia orgánica.
7. Uso de aditivos funcionales
Existen diversos productos diseñados para mejorar la calidad de la cama, con objetivos como:
- Reducir la humedad.
- Controlar la producción de amoníaco.
- Promover bacterias beneficiosas.
Entre los aditivos más utilizados se encuentran:
- Cal y arcillas: Ayudan a secar la cama, aunque un uso excesivo de cal puede generar problemas de manejo y seguridad.
- Ácidos y probióticos: Productos que acidifican la cama y favorecen el crecimiento de bacterias benéficas, como los Lactobacillus.
El uso de productos acidificantes reduce la carga de patógenos en las primeras 24 horas y favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en los días siguientes. Sin embargo, después de 14-18 días, dependiendo de la dosis y el tipo de producto utilizado, los coliformes vuelven a ser predominantes debido a la acumulación de material fecal.
Los tratamientos acidificantes deben cumplir con ciertos requisitos:
- Baja dosis de aplicación por metro cuadrado.
- Fácil distribución y manipulación.
- Seguridad para los operarios y las instalaciones.
- Efecto rápido y prolongado para mantener el control del amoníaco, la humedad y la carga bacteriana.
Conclusión
El manejo adecuado de la cama en la producción intensiva de pollos es un factor determinante para la salud y el rendimiento de las aves. Estrategias como el control de humedad, ventilación eficiente, compostaje, uso de aditivos funcionales y monitoreo de calidad del aire pueden mejorar significativamente la calidad de la cama, reducir el impacto ambiental y optimizar la producción avícola.
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