Pese a los días de calor agobiantes, los principales dirigentes de la cadena de la carne vacuna parecen no haberse tomado descanso y tienen preparadas una serie de propuestas y reclamos para cuando, esperan en los próximos días, la Secretaría de Agricultura convoque a la primera reunión del año de la mesa de ganados y carnes.
Las expectativas de máxima siguen siendo una liberación del mercado, aunque sea gradual, con mejora para las exportaciones, valores de la hacienda en pie y de las medias reses.
Sin embargo, los empresarios y productores prevén que habrá una continuidad de la intervención del Estado, sobre todo en la fijación de precios para los distintos eslabones de la cadena.
Por eso, antes siquiera de que Agricultura comenzara a llamar a productores e industriales, desde los frigoríficos consumeros propusieron analizar la implementación de un mecanismo de compensación similar al vigente para mantener a raya los precios internos del trigo.
“Existen compensaciones para el uso interno del trigo y del aceite, productos de la canasta básica. Entonces, por qué no utilizarlos para la carne vacuna, que tiene mayor incidencia en ese mismo paquete”, razonó ayer un industrial.
Desde la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne (Ciccra), que dirige Miguel Schiariti, consideraron que el mecanismo compensador podría ser la solución para mantener los valores sugeridos de venta al público de los cortes bovinos, sin afectar el bolsillo del consumidor ni el margen de la industria y a la vez incrementar la producción ganadera.
“Los ganaderos cobrarían el precio lleno por sus vacas, la industria vendería a los precios sugeridos y recibiría una compensación por eso”, evaluó el empresario.
El mecanismo, que “debe discutirse, analizarse y perfeccionarse”, comentó Schiariti, podría permitir una salida rápida al nuevo acuerdo de precios que debe negociar el Gobierno con el sector.
Eso porque el convenio sectorial –que en mayo pasado fijó precios de referencia para el ganado en pie y valores de la media res a la salida de las plantas faenadoras– caducó el 31 de diciembre pasado. “Sin incentivos ni compensaciones no se pueden mantener los valores que se fijaron en ese momento”, puntualizó un dirigente, quien recordó que esos precios deberían por lo menos actualizarse por la inflación del período, que calcularon entre 8% y 10%.
Desde la producción primaria, por su parte, se despegaron de la propuesta elevada por un grupo de frigoríficos. En ese sentido, enfatizaron la necesidad de buscar soluciones integrales para la ganadería.
Marcelo Fielder, de Sociedad Rural (SRA), dijo que llevarán a la reunión de ganados y carne una propuesta de largo plazo. “Pedimos una discusión integral del tema, no puede hablarse de precios sin tener en cuenta las exportaciones, el peso mínimo de faena, las cuestiones estacionales. Es hora de dar señales para producir más”, destacó
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