FAUBA: PECES MÁS PRODUCTIVOS Y LIMPIOS, CON DIETAS GOURMET

FAUBA: PECES MÁS PRODUCTIVOS Y LIMPIOS, CON DIETAS GOURMET

La Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) participó de Expoagro con una

fuerte apuesta a la difusión de investigaciones sobre acuicultura. Con una

serie de peceras instaladas en la carpa, los docentes ofrecieron un

recorrido por esta actividad y las principales investigaciones relacionadas

con la alimentación de los peces y la restauración de cuerpos de agua

deteriorados.

“Estamos difundiendo a la acuicultura desde sus bases”, destacó Alejandro

López, ayudante de la cátedra de Acuicultura de la FAUBA, al mostrar las

peceras con ejemplares de zonas frías (truchas) y de ambientes templados y

cálidos (tilapias), y paneles con aguas degradadas y con buena calidad que

ilustran el impacto ambiental de la actividad según diferentes manejos.

En línea con las investigaciones de los principales laboratorios del mundo,

los estudios sobre acuicultura de la FAUBA se concentran en mejorar las

dietas de los peces, que representan más del 60% de los costos de

producción. Para avanzar en los estudios, se realizan ensayos de

alimentación y crecimiento con truchas y tilapias en una estación

experimental ubicada en el embalse de Alicurá, provincia de Río Negro, y en

el laboratorio de Facultad. Además, se trabaja en conjunto con

instituciones de Chile, que representa el principal exportador mundial de

salmón.

“Se trata de reemplazar componentes costosos por otros más económicos en la

composición del alimento balanceado para distintas especies, especialmente

salmónidos. Afortunadamente ya hay resultados alentadores, porque la

demanda de la industria es muy alta e impulsa las investigaciones”, aseguró

María Boveri, docente de Acuicultura de la FAUBA, y adelantó que se logró

incorporar algunas enzimas generadas en el laboratorio a los alimentos

elaborados con proteínas de origen vegetal y aumentar la digestibilidad.

Los investigadores buscan alternativas a la harina de pescado, principal

fuente de proteína, por otras de origen vegetal con alto contenido proteico

como soja o lupino, que puedan ser digeridas por los animales. Sucede que

como las enzimas digestivas de truchas y salmones están preparadas para

asimilar pescado y no otros sustitutos de origen vegetal, es necesario

evaluar la digestibilidad de alimentos con diferentes componentes de origen

vegetal y distintos aditivos como enzimas (por ejemplo, la fitasa) que

ayudan a aprovechar nutricionalmente esos componentes novedosos.

Los resultados son satisfactorios especialmente para la incorporación de

lupino y fitasas, a partir de los trabajos realizados por Gabriel Morales,

docente de Acuicultura de la FAUBA, en cooperación con la Universidad de

Temuco, Chile. Estas investigaciones también produjeron una tesis de

Rosendo Azcuy (para acceder a su título de ingeniero agrónomo) sobre

ensayos de digestibilidad in vitro.

A partir de estos trabajos generados en la univeridad también se apunta a

impulsar un aumento en la producción de peces para abastecer al mercado

interno y la exportación, y acompañar el crecimiento mundial de la

acuicultura. "Es la industria que más ha crecido en este milenio y la

demanda global aún no está satisfecha", sostuvo la docente de la FAUBA.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la

Alimentación y la Agricultura (FAO), la acuicultura estableció un máximo

histórico de producción mundial en 2012 (de 90,4 millones de toneladas) y

ahora proporciona casi la mitad del pescado destinado a la alimentación

humana. Se prevé que esta proporción aumente un 62% para 2030, debido a la

estabilización del rendimiento de la pesca de captura salvaje y al aumento

de la demanda de una nueva clase media mundial.

Pero además de mejorar la producción, los alimentos desarrollados en la

FAUBA generan menos residuos en el ambiente. Boveri explicó que una ventaja

adicional de usar componentes alternativos en la dieta de los animales e

incluir fitasa en los alimentos balanceados es que permite aprovechar más

eficientemente el fósforo y que este elemento no efecte al ambiente, cuando

se elimina con las heces y la orina, por ejemplo.

Las investigaciones sobre el impacto ambiental de estos residuos son

llevadas adelante por los investigadores Boveri y Armando Rennella, un

equipo de colaboradores de la carrera de Ciencias Ambientales de la FAUBA

(Amancay Mamani,  Eugenia Romero, Pablo Binder, Alejandro López, Ezequiel

Pugliese, Cecilia Blanco y Verónica Vázquez) y el responsable de campo

Héctor Gonzáles. En total, las investigaciones sobre acuicultura que se realizan en la Facultad integran a unos 20 estudiantes, también de Agronomía.

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