IONICS: INVIERTE EN LA ARGENTINA Y AMPLÍA SUS INSTALACIONES PARA LA IONIZACIÓN GAMMA
En los últimos diez años, Ionics S.A. ha crecido y evolucionado acorde con los cambios y exigencias impuestos por la realidad del país y del mundo. Se realizaron modificaciones para optimizar la infraestructura, combinando con nuestros clientes estrategias en el ámbito nacional e internacional.
Ionics comenzó sus operaciones en la década del ’80 como fruto de la relación entre el holding belga DS Group, presente en la Argentina desde 1969, y un grupo de científicos argentinos al servicio de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Se trabajó activamente en nuevos desarrollos de aplicaciones para nutracéuticos, suplementos dietarios, y alimentos que requieren mayor capacidad de tratamientos. Y el crecimiento de aplicaciones biológicas para semillas de oleaginosas en la región nos ha llevado a ser creativos para atender esa demanda.
El crecimiento de las operaciones a través del tiempo fue motivando la idea y el desarrollo de un proyecto para incrementar la capacidad de producción, mediante la instalación de una nueva unidad radiante.
Contra esa idea conspiraba el temor a realizar inversiones en Latinoamérica, región en la que a veces las políticas de Estado -por equívocas, inconvenientes o de final incierto- incentivan la desinversión y la fuga hacia ambientes menos tormentosos.
El lema de Ionics sintetiza la importancia de la ionización gamma como proceso de aseguramiento de la calidad e inocuidad de alimentos y productos farmacéuticos para la medicina humana y veterinaria.
Desde comienzos de 2012, con un contexto inflacionario complejo y con la imposibilidad de girar dividendos al exterior, se impulsó una estrategia para conservar el valor del patrimonio y las inversiones.
Ionics asumió estos desafíos consolidando su cartera de clientes y mejorando no sólo el servicio y la atención, sino la infraestructura de la planta: se pusieron en marcha una serie de inversiones, entre las cuales se destaca el diseño y construcción de una nueva vía vehicular interna para facilitar el tránsito y maniobras de los camiones, permitiéndoles realizar todas sus operatorias circulando en un solo sentido. Esta vía vehicular fue el paso inicial hacia el proyecto de ampliación, ya que su trazado se adaptaba perfectamente al proyecto. Finalmente, a comienzos de 2013, se tomó la decisión de invertir en el negocio Ionics y concretar la instalación de la nueva unidad radiante.
Todo el equipo Ionics participó en el diseño, aportando ideas y detalles a tener en cuenta, poniendo especial énfasis en los temas de seguridad radiológica así como en los de logística y circulación.
En enero de 2014, el proyecto obtuvo la licencia de construcción por parte de la Autoridad Regulatoria Nuclear, que viabilizó el comienzo de la obra.
El proyecto de ampliación propone una distribución simétrica y especular para los nuevos depósitos y el nuevo búnker con respecto a los existentes, tomando como eje la nueva vía vehicular, quedando así en el centro de las dos unidades radiantes y permitiendo un tránsito óptimo de vehículos y mercaderías, mientras se controlan todas las operaciones desde una sala central única.
Se contrató a Martorell Construcciones para la obra civil, aprovechando su amplia experiencia en unidades logísticas de envergadura, así como sus contactos con especialistas en hormigón, que han participado en obras en centrales nucleares.
Para el desarrollo de los sistemas de transporte automático a utilizarse en la nueva unidad, se contrató a Movitec con la asistencia de los ingenieros Zain.
La planificación de los trabajos de la nueva obra, acordada con la Autoridad Regulatoria Nuclear, ha permitido mantener la operación de la unidad existente al ciento por ciento, respetando así el normal desarrollo y cumplimiento de los tiempos de tratamiento de ionización de nuestros clientes.
También durante 2014 se construyeron las nuevas oficinas administrativas, vestuarios e instalaciones sanitarias para el personal de planta.
En 2015 comenzaron los trabajos más importantes: la demolición de las viejas oficinas administrativas y la excavación de la nueva pileta de blindaje, una obra de gran envergadura por el movimiento de terreno que implica un foso de siete metros de profundidad. Además, para generar una estructura monolítica de hormigón con paredes de hasta dos metros de espesor, se construyó un encofrado especial que por su trincado y apuntalamiento da imagen de obra monumental.
Unos ochenta camiones de hormigón elaborado se vaciaron en colada continua con vibración para asegurar el blindaje óptimo definitivo. Hoy, la Unidad II, se encuentra prácticamente en proceso de finalización de trabajos, para obtener la licencia de puesta en marcha.
Todo el equipo de Ionics se siente orgulloso por lo que significa esta obra no sólo para la empresa sino también para la industria nacional.
Esta importante decisión significa el inicio de una apuesta al crecimiento, junto a nuestros clientes, con el compromiso de todo el equipo, pero significa -sobre todo-aceptar el desafío de un futuro venturoso para la empresa y para el país.
Más información:
www.ionics.com.ar
Fuente:
Nota publicada en la Revista AmeriCarne Nº 115
Noviembre 2016