Estrategias para reducir el impacto de la emisión de metano
Desde la dieta del ganado hasta la rotación del pastoreo y la gestión de los residuos, los productores deberán implementar un enfoque holístico que permita minimizar el impacto ambiental que provoca este gas de efecto invernadero.
Por:Lic. Marcos Leonetti. Economista, especialista en Huella de Carbono
Fotos: Banco de imágenes
En este artículo vamos a transitar la sustentabilidad entendida como la suma de acciones posibles para reducir las emisiones de metano en el ganado bovino.
La dieta del ganado es uno de los factores más influyentes en la producción de metano, ya que afecta directamente la fermentación en el rumen con algunos suplementos alimenticios. Añadir aceites vegetales y grasas a la dieta reduce la cantidad de hidrógeno disponible para las arqueas metanógenas en el rumen, disminuyendo así la producción de metano. Algunos ejemplos incluyen aceite de coco, palma o lino. Estos aceites también pueden mejorar la eficiencia alimentaria, lo que significa que el ganado puede obtener más energía de menos alimento.
Incorporar taninos (son compuestos presentes en algunas plantas) puede reducir la producción de metano al inhibir la fermentación de las fibras en el rumen. Alimentos ricos en taninos como la acacia, el quebracho y el castaño pueden ser incluidos en la dieta.
Los nitratos también pueden actuar como una alternativa al oxígeno en el rumen, disminuyendo la producción de metano. Sin embargo, su uso debe ser cuidadosamente gestionado y monitoreado por profesionales para evitar toxicidad en el ganado.
Estudios recientes realizados por investigadores de la Universidad de California, Davis (UC Davis), entre otros, han demostrado que el uso de algas marinas como Asparagopsis taxiformis puede reducir la producción de metano hasta en un 80% cuando se incluyen en la dieta en pequeñas cantidades (menos del 1% del alimento total). Las algas contienen bromoformo, un compuesto que inhibe la producción de metano en el rumen.
Aumentar la proporción de granos y concentrados en la dieta del ganado, en comparación con los forrajes, también puede disminuir la producción de metano. Los granos son más fáciles de digerir, lo que reduce la cantidad de fibra fermentada en el rumen y, por lo tanto, la cantidad de metano generado. Sin embargo, es esencial equilibrar la dieta para evitar problemas de salud como la acidosis ruminal.
Unos granjeros ingleses han desarrollado un suplemento para el ganado bovino basado en ajo y cítricos que reduce hasta en un 30 por ciento sus emisiones de gas de efecto invernadero.
Eficiencia productiva y emisiones de metano
Cuando nos orientamos a incrementar la eficiencia productiva con la que el ganado convierte los alimentos en carne o leche, encontramos que también puede tener un impacto directo en la reducción de emisiones de metano. Se puede seleccionar genéticamente ganado que tenga una mayor eficiencia alimentaria, es decir, animales que producen más carne o leche con la misma cantidad de alimento. Al producir más producto con menos recursos, se reduce la cantidad total de metano emitido por kilogramo de carne o litro de leche. Se están realizando investigaciones sobre la genética de la producción de metano para criar animales que emitan naturalmente menos gas. En Polonia y en el Reino Unido lo hicieron con la raza Holstein-Friesian, mientras que a las Angus y Hereford las siguen investigando en Estados Unidos y Australia, entre otros países.
Mejorar la salud y la eficiencia reproductiva del rebaño significa que se pueden mantener menos animales para lograr los mismos niveles de producción. Esto se puede lograr a través de mejores prácticas de manejo, vacunas y mejoras en la nutrición, reduciendo así la cantidad de metano emitido por el rebaño total.
Prolongar la vida productiva de las vacas lecheras o de carne reduce la necesidad de criar y mantener tantas crías, lo que a su vez disminuye la población general de ganado y, por ende, las emisiones de metano.
Agregar probióticos y prebióticos puede alterar la comunidad microbiana en el rumen, favoreciendo microorganismos que producen menos metano. Esto puede ser una estrategia efectiva para reducir la producción de metano directamente en la fuente. Podría incluir bacterias que compiten con las arqueas metanógenas por el hidrógeno, utilizando el hidrógeno para producir otros compuestos como acetato en lugar de metano.
Aunque todavía están en desarrollo, las vacunas que se dirigen específicamente a las arqueas metanógenas tienen el potencial de reducir significativamente la producción de metano. Estas vacunas funcionarían estimulando el sistema inmunológico del ganado para atacar y reducir la población de metanógenos en el rumen.
Gestión de residuos
El manejo adecuado del estiércol es crucial para reducir las emisiones de metano que ocurren después de la digestión. La digestión anaeróbica del estiércol en biodigestores permite capturar el metano producido y utilizarlo como biogás, una fuente de energía renovable. Esto no solo reduce las emisiones de metano, sino que también proporciona una fuente adicional de ingresos o energía para la explotación ganadera.
Separar el estiércol en fracciones sólidas y líquidas puede reducir las emisiones de metano al minimizar las condiciones anaeróbicas que favorecen la producción de este gas. El material sólido puede compostarse, mientras que el líquido puede tratarse o aplicarse de manera que se minimicen las emisiones.
Aplicar el estiércol en los campos de manera oportuna y controlada puede reducir la emisión de metano. Por ejemplo, el estiércol aplicado en capas delgadas y rotado con frecuencia en el suelo, permite una mayor oxigenación y reduce la posibilidad de formación de metano.
La importancia del pastoreo
El manejo del pastoreo puede influir en la cantidad de metano emitido, tanto por el bienestar del suelo como por la calidad de la dieta del ganado. La rotación de pastos permite que el suelo y la vegetación se recuperen, lo que puede mejorar la captura de carbono y reducir la cantidad de forraje fibroso que produce más metano cuando es digerido. La rotación también puede ayudar a mantener una mejor calidad de forraje, que mejora la eficiencia alimentaria.
Introducir especies de pastos de mayor calidad y más digestibles, como el trébol, el ryegrass perenne (lolium perenne), festuca alta (festuca arundinacea), bermuda (cynodon dactylon), pasto buffel (cenchrus ciliaris), puede reducir la producción de metano. Estos pastos permiten una mayor ingesta de nutrientes y una menor producción de gas durante la digestión.
Las plataformas de software que integran datos sobre la producción, la alimentación y las emisiones permiten a los ganaderos tomar decisiones informadas para reducir las emisiones de metano. Estas herramientas pueden sugerir ajustes en la dieta, el manejo del estiércol o las prácticas de pastoreo en función de los datos recogidos.
La integración de árboles y arbustos en los sistemas de pastoreo ofrece beneficios tanto para la captura de carbono como para la reducción de emisiones. Plantar árboles y arbustos en las áreas de pastoreo (práctica conocida como silvopastoreo) puede mejorar la biodiversidad, aumentar la captura de carbono y proporcionar sombra y protección para el ganado. Esto puede reducir el estrés por calor en los animales, mejorando su bienestar y eficiencia productiva, y por ende, reduciendo las emisiones de metano.
El uso de las plantas fijadoras de nitrógeno, como el trébol y otras leguminosas como especies del género vicia, (conocida como veza), guisante forrajero, lupino y esparceta (onobrychis viciifolia), no solo mejoran la calidad del forraje sino que también mejoran la salud del suelo, lo que puede contribuir a una menor necesidad de fertilizantes sintéticos y a una menor emisión de metano.
La implementación de tecnologías avanzadas puede optimizar el manejo del ganado y reducir las emisiones de metano. Sensores portátiles y collares de monitoreo que rastrean la ingesta de alimento, el comportamiento y la salud del ganado pueden proporcionar datos en tiempo real que permiten ajustar la dieta y el manejo de los animales para reducir la producción de metano.
Reducir la intensidad de las emisiones implica disminuir la cantidad de metano emitido por unidad de producto (carne, leche) en lugar de reducir las emisiones totales. Calcular la huella de carbono de una explotación ganadera puede ayudar a identificar las principales fuentes de emisiones y las oportunidades de reducción. Esto incluye monitorear no solo el metano, sino también otros gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el óxido nitroso.
Mitigar las emisiones en la cadena de suministro, desde la producción de alimentos hasta la distribución de productos ganaderos, puede disminuir la intensidad de emisiones. Esto puede incluir prácticas como la compra de insumos locales, la reducción del transporte de larga distancia y la mejora de la eficiencia energética en los procesos de producción y almacenamiento.
Este enfoque holístico abarca desde la optimización de la logística y el uso de energía renovable en las plantas de procesamiento hasta la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles que minimicen la huella de carbono en cada etapa de la cadena de valor. La idea general es hacer un recorrido de las mejores prácticas posibles y cada productor evaluará cuáles elegirá para iniciar el camino de la sostenibilidad. Es posible integrar conceptos vinculantes como la sustentabilidad y la rentabilidad. Van de la mano. Es negocio ser sustentable.