EN EL PRIMER CUATRIMESTRE DEL 2005, SE VENDIÓ AL MUNDO CARNE DE CONEJO POR MÁS DE 4 MILLONES DE DÓL
Las exportaciones de este producto no tradicional, en su mayor tonelaje destinadas al mercado europeo, se retomaron en 2002 tras siete años sin que se realizaran ventas hacia ese destino, según datos oficiales.Así, desde el SENASA se puntualizó que en 2002, luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491 mil, mientras que en 2003, las ventas alcanzaron las 378 toneladas por 1.664.000 dólares y el año pasado sumaron 1.387 toneladas por un valor de 7.182.000 dólares. Respecto del primer cuatrimestre de este año, la fiscalización de exportaciones de carnes frescas del rubro sumaron 811 toneladas por un valor de 4.086.000 dólares, mostrando un incremento del 141 por ciento en volumen y 134 por ciento en divisas, respecto de los envíos del mismo período de 2004, cuando alcanzaron 336 toneladas por 1.744.000 dólares, confirmaron hoy portavoces autorizados del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).El principal destino del producto fue Holanda con envíos por 397 toneladas y un valor de 1.989.000 dólares.Desde el organismo sanitario se indicó que también se registraron exportaciones a Francia (264 toneladas y 1.374.000 dólares), Bélgica (74 toneladas y 378 mil dólares), Alemania (45 toneladas y 240 mil dólares) y España (31 toneladas por 105 mil dólares). Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.Los cortes se envasan individualmente en bolsas primarias de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea, requisitos que se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes .Las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.