EL SECTOR PORCINO ARGENTINO SIGUE SUMANDO CONSUMIDORES LOCALES Y VENTAS AL EXTERIOR

El consumo interno sigue creciendo. Las exportaciones, en su 3° año de operaciones, también. Los desafíos en capacidad de faena, de frío y formalización de productores siguen siendo grandes. Al igual que la informalidad, para la cual se requieren políticas públicas que no solo la minimicen sino que, al mismo tiempo, morigeren la alta concentración que tiene el negocio.

Hace 10 años que la producción porcina argentina no para de crecer. A razón de 10% anual, en una década se ha duplicado la producción y algunos creen que -si se contabilizara el segmento informal de la actividad existente en el país- el consumo por habitante y por año ya estaría rondando los 20 kg.

El Censo Nacional Agropecuario 2018, cuyos resultados preliminares se conocieron en noviembre pasado, registró en el sector ganadero la existencia de 39.086 explotaciones porcinas, con 3.601.236 cerdos.

El 97% de la carne porcina producida en el país se consume internamente y apenas el 3%, aunque en forma creciente se exporta desde 2017. Para Daniel Fenoglio, presidente de Cabaña Argentina, a quien días atrás se lo vio muy satisfecho en Anuga participando con el consorcio Argen Pork Export de la mayor muestra de alimentación de Europa, realizada en Colonia, Alemania (ver Pág. 16), “los productores argentinos están con muchas ganas de crecer y de invertir para seguir creciendo”.

Los miembros de Argen Pork, que integran productores y algunos frigoríficos, también estuvieron en septiembre pasado en la Sichuan Agricultural Exposition, invitados por la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Chengdu, en el centro de China, mientras que, por otra parte, están expectantes con lo suceda con la UE respecto de la apertura del mercado porcino para el Mercosur, aunque para eso habrá que esperar algún tiempo.

Mientras tanto, China, que por su crisis sanitaria por la peste porcina africana (PPA) compra todo cerdo, pollo o vacuno disponible, habilitó a comienzos de noviembre a otros 19 frigoríficos argentinos, de los cuales 8 son de carne porcina, y próximamente se agregaría 1 más, Uniporc, de Tandil, empresa del Grupo Cagnoli, marca emblemática de embutidos de cerdo en la Argentina.

Si hay un país que se benefició con la crisis de la PPA en China es EE. UU., que casi  quintuplicó (479%), entre julio y agosto pasado, sus envíos al país con el cual mantiene un conflicto comercial que tiene en vilo al mundo, según datos brindados por Derrell Peel, especialista en comercialización de ganado del área de Extensión Cooperativa de la Universidad Estatal de Oklahoma, EE. UU..

En este sentido, el especialista estima que China, en 2019, disminuirá 14% su producción de carne de cerdo, respecto de 2018 y tendría otra caída de 25,3%, en 2020. Su proyección va en línea con lo advertido por la FAO, que comunicó recientemente, que en 2019, se espera que la producción mundial de carne disminuya por primera vez en más de 20 años, a causa de los efectos negativos que está teniendo la PPA en el mundo. Concretamente, la producción caerá un 1% este 2019 respecto al año anterior. “Esta caída, se debe a una contracción anticipada de al menos el 20% de la producción de carne de cerdo en China, que generalmente representa casi la mitad de la producción mundial”, señaló la FAO, más allá de que la PPA está haciendo estragos también en Vietnam y en países europeos como Rumanía, Ucrania y Polonia, entre otros.

Puertas adentro

Pero más allá de las enormes puertas que se han abierto y que la Argentina podría aprovechar, con una apertura comercial inteligente hacia los mercados externos, la base se construye puertas adentro, en la actividad local. No solo porque se lleva el 97% del consumo, sino porque es aquí donde hay que completar “los deberes”, para mejorar el negocio interno, tener volúmenes de exportación, y visibilizar y promover a los pequeños productores familiares, que muchas veces no pueden salir de la informalidad.

A propósito de esto, a comienzos de noviembre Pablo Paladini, director del frigorífico que lleva su apellido, se quejó por el alto nivel de informalidad comercial que existe. “Tenemos entre 30% y 40% de informalidad en la actividad porcina, y para que eso se termine hay que trabajar a nivel político y económico”. Fue durante su participación en el simposio agroindustrial del Grupo de Líderes Empresariales de Argentina (LIDE), que reúne a CEOs de empresas destacadas, que se hizo en Buenos Aires, a principios de noviembre.

Respecto de su caso, Paladini dijo que “al ser una empresa que está en gran parte integrada, tenemos productores que entendieron que el camino es el de la formalidad, para acceder a que un animal llegue a la exportación”. Pero explicó que por fuera de ese circuito uno encuentra a muchos porcinocultores que compiten deslealmente, muchas veces por necesidad.

No obstante, fue optimista hacia el  futuro y señaló que “se podría duplicar o triplicar la exportación actual, pero la industria necesita inversiones y financiamiento a tasas razonables”. Y sobre el contexto actual de la actividad porcina, Paladini señaló que “tenemos un problema no sólo de capacidad de faena sino también de necesidades de invertir en capacidad de frío. Hay quienes están logrando inversiones con capital propio, pero en el sector pyme se requieren de inversiones fuertes con financiamiento bancario”.

Por su parte, Juan Ucceli, gerente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), opinó que “el sector porcino se encuentra en una situación que podría definirse como rara”. Para él la actividad cuenta con un margen bruto interesante, sigue subiendo el precio del capón en pie, pero hay una presión del precio de la carne vacuna en las carnicerías. “Hemos tenido un aumento en el año superior al 6% y lamentablemente se ha incrementado la informalidad”, explicó, coincidiendo con Paladini.

Agregó que hay una mayor concentración de la producción, ya que 99 granjas de los 4.600 establecimientos que entregan animales, representan el 50% de la faena total del país. “Se está complicando mucho el negocio, más allá del margen bruto, para los pequeños y medianos productores, más cuando los niveles de producción no son buenos”, consideró.

Al respecto, destacó que “el modelo que se impone es el eficiente y para lograr esto hay que tener buenos índices productivos, comprar los insumos a precios competitivos y vender los cerdos a valores lógicos. Lamentablemente muchos productores no pueden cumplir con estas 3 premisas produciendo con índices bajos, comprar más caros los insumos y vender los capones por debajo del promedio de venta”. Una solución es la integración ya no solo para los pequeños productores, sino también para los medianos. Hasta octubre, los costos de producción subieron un 35.6%, siguiendo a la inflación y el precio de venta del capón, 63%. Uccelli explicó que el margen bruto en dólares es el más interesante de los últimos 17 años.

En cuanto a la importación, señaló que este año será un 25 a 30% menor que en 2018, “fundamentalmente por la devaluación de nuestra moneda y los altos costos de importación”. Sobre este tema precisó que 90% del volumen importado llega desde Brasil y el resto desde Dinamarca. EE.UU. y Canadá podrían enviar cerdos a la Argentina, pero no lo están haciendo”, precisó.

Finalmente y retomando la cuestión de la informalidad que citaban Paladini y Uccelli, esta situación afecta centralmente a los medianos y pequeños productores familiares. En tal sentido, la Agencia de Extensión Rural Morteros (Córdoba) del INTA, informó que para poder formalizarse el productor porcino debe cumplir con 11 trámites, los cuales son sin costo, si está registrado en el Registro Nacional de Agricultura Familiar (RENAF) y en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), según la resolución 240/2019 del Senasa.

Cabe preguntarse qué nivel de acceso (distancia geográfica), de conectividad, de educación, y de contención o apoyo estatal tienen estos productores para que, mediante una política pública, se les facilite y enseñe a cumplir con tan farragosa cantidad de trámites, que si bien pueden ser gratuitos, lo cual es un avance, no dejan de insumir un tiempo indeterminado, que también implica un costo que debería ponderarse.

Fuentes:
www.eurocarne.com
www.animalshealth.es
www.todocerdo.com.ar
www.infolink.tv
www.bichosdecampo.com

Fuente:
Revista Solo Aves & Porcinos Nº 81


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