El IPCVA y el INTA presentaron el protocolo de evaluación de bienestar animal en engorde a corral
El lunes 5 de julio, el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentaron en conferencia de prensa el manual “Bienest.AR, Protocolo de evaluación de bienestar animal en bovinos de engorde a corral”.
El encuentro contó con la participación del Ing. Agr. Juan José Grigera Naón, Presidente del IPCVA; el Ing. Agr. Carlos Parera, Director Nacional del INTA; el Ing. Fernando Storni, Gerente de la Cámara de Feedlod; y el Ing. Alim. Leandro Langman, del Centro de Investigación de Agroindustria del INTA, quien realizó la presentación técnica del trabajo.
De acuerdo a la presentación de Langman, el protocolo fue desarrollado para evaluar los sistemas productivos bovinos de engorde a corral de una manera estandarizada, priorizando los indicadores de bienestar que incluyen mediciones basadas en los animales que cumplen con la validez, confiabilidad y practicidad, y al mismo tiempo adaptados a los escenarios argentinos.
En la actualidad, las herramientas existentes para evaluar el bienestar de los animales son muy diversas y generalmente recurren a metodologías de evaluación que no siempre son aplicables a los sistemas productivos locales. En base a esto, el objetivo fue desarrollar un protocolo de evaluación de bienestar animal para bovinos de engorde a corral adaptado a los establecimientos argentinos, tomando como base los principios y criterios de bienestar animal desarrollados en el protocolo Welfare Quality® (2009), identificando y seleccionando indicadores que se pudieran aplicar de forma exitosa.
El protocolo prevé una evaluación integral del sistema de engorde que involucra los principios de buena alimentación, buen alojamiento y sectores de manejo asociados, buena salud y comportamiento apropiado.
Esta innovadora herramienta fue desarrollada a través del Proyecto INTA-IPCVA CCT 24.788, que tuvo inicio en el año 2017 y una duración de 3 años.
El uso y aplicación del protocolo va a generar un impacto positivo desde distintos puntos de vista, ya que posibilitará promover la cantidad y calidad de carne producida, contemplando los aspectos éticos, posibilitando la adaptación a las exigencias reglamentarias crecientes y proporcionando una mayor seguridad a los trabajadores involucrados en el manejo del ganado.