Cuatro aspectos a tener en cuenta para la cría sustentable de porcinos
El uso de técnicas para el aprovechamiento de los purines permite revalorizar los residuos orgánicos, generando un esquema de economía circular beneficioso tanto para el productor como para el medio ambiente.
Por: Ing. Elbio Woeffray, MEYCO SRL con la colaboración del Ing. Alfredo Mackinon y el Mag. Ing. Fernando Raffo.
Fotos: Banco de imágenes
Las actividades productivas intensivas, entre otras las agropecuarias, recurrentemente tienen acciones que generan diferentes impactos sobre los ecosistemas. En este caso podemos enumerar los siguientes efectos que deben ser considerados:
- Aspectos visuales: La construcción de las granjas, caminos e instalaciones en general, que normalmente se realizan en zonas rurales, en donde existe una degradación asociada principalmente al mismo cambio de uso de suelo.
- Aspectos sanitarios – ecosistémicos: La concentración de animales, alimentos y en algunos casos el mal manejo de la mortalidad animal, genera proliferación de vectores como roedores e insectos.
- Aspectos de contaminación: la generación de grandes cantidades de excretas (purines) conteniendo altas concentraciones de nutrientes, generan una fuerte presión sobre cursos de agua, aire y suelos.
“Las producciones en escala requieren sistemas de recolección y manejo de excretas”
En este sentido, las tecnologías y prácticas recomendadas, son:
- Estudios de localización: las definiciones de radicación del proyecto tienen un peso relativo relevante e irreversible a la hora de poder generar proyectos sustentables.
- Disponibilidad de agua y energía: La calidad de agua de bebida es un factor importante. Antiguamente se recomendaban cercanías a ríos y arroyos para poder evacuar los desechos tratados. Este pensamiento ha mostrado su falta de utilidad y sensatez en reiteradas ocasiones.
- Accesos: Las condiciones de circulación de camiones y personal, son un factor relevante.
- Aspectos visuales y socioambientales: La selección del lugar debe tener bajo impacto visual, sin alterar ecosistemas de valor. La dirección de vientos predominantes y las distancias a sitios poblados debe ser considerada. A título preliminar, dependiendo la escala del proyecto, se recomienda distancias de 3 a 5 km a centros poblados, escuelas rurales o sitios turísticos. La ejecución de amplias cortinas forestales, de ser posible con especies nativas y de diferentes alturas, también son acciones recomendables.
- Disponibilidad de superficies de uso agrícola: Como se verá posteriormente, las gestiones recomendadas para el correcto manejo y reúso de las corrientes generadas consideran un requerimiento de superficies agrícolas linderas a título preliminar, del orden de 1 hectárea cada 10 madres.
- Distancias a otras actividades intensivas: Los organismos sanitarios tienen sus propias reglamentaciones que definen distancias mínimas a establecimientos de engorde a corral, avicultura y otros.
Manejo de purines
Las producciones en escala requieren sistemas de recolección y manejo de excretas. Los sistemas de mayor adopción incluyen sistemas de lavado con agua, que conllevan grandes beneficios laborales y también para bienestar y sanidad animal, pero incrementan el volumen de material a tratar.
“Es muy importante el aporte agronómico de los purines, que puede reemplazar totalmente a los fertilizantes químicos”
Las etapas recomendadas de los efluentes líquidos recolectados incluyen:
- Separación de sólidos: Especialmente en instalaciones de gran tamaño (mayor a 2000 madres) es beneficioso instalar un sistema primario de filtrado o centrifugación, mecánico, auto limpiante que permite reducir la carga de la fracción líquida, simplificando las etapas posteriores. En caso de aplicar estas tecnologías, deben considerarse sistemas de manejo (estabilización, acopio y distribución como enmienda de suelos) de los sólidos retirados.
- Tratamientos biológicos: la instalación de biodigestores anaeróbicos o lagunas de tratamiento es una condición limitante del proyecto. Respecto a estas dos alternativas biológicas, debemos mencionar que en el pasado existió una amplia aceptación de las lagunas de tratamiento. Estas lagunas, lejos de resolver el problema solo lo empujan hacia adelante, emitiendo grandes cantidades de metano a la atmósfera, con el consecuente aumento del efecto invernadero. Actualmente, en grandes establecimientos, las mismas van progresivamente perdiendo terreno frente a los biorreactores, por motivos de espacio, eficiencia y posibilidad de recuperar energía y mejorar la biodisponibilidad de nutrientes de los líquidos tratados. Sin embargo, el diseño y operación de biorreactores requiere un mayor expertise que el de lagunas de tratamiento, y en emprendimientos pequeños o de mediana capacidad (menor a 1.000 madres) su empleo puede complicar las capacidades operativas y técnicas del establecimiento. En emprendimientos de mayor tamaño, la generación de biogás, en reactores calefaccionados, permite la disponibilidad de fuentes de energía térmica y eléctrica -a través de un generador- que son un importante recupero económico -incluso, en algunos casos podría ser superavitario- de los costos operativos asociados a la gestión de los efluentes.
- Almacenamiento: Los líquidos residuales tratados, deben poder ser almacenados temporalmente para permitir operar de forma variable -en casos extremos estacionales- una generación continua de efluente. Este almacenamiento debe ser tapado para impedir la fuga de gas metano.
Aprovechamiento agronómico
Considerando las exigencias de normativas de vuelco a arroyos y ríos pero, además, los impactos negativos de los vuelcos de nutrientes (incluso con cumplimiento legal de todos los parámetros legales) y el indiscutible potencial de aprovechamiento agrícola (principalmente materia orgánica, nitrógeno y fósforo) es que se recomienda ampliamente, para cualquier escala de producción, la necesidad de implementar un concepto de VUELCO CERO A CURSOS DE AGUA PERMANENTES O SEMIPERMANENTES. De esta manera se generan esquemas de economía circular en donde, mediante fertirriego, los componentes dejan de ser un residuo para ser valorizados, permitiendo mejoras en calidad de suelos agrícolas y productividades.
Los mecanismos de fertirriego disponen de diferentes tecnologías, algunas con menores impactos en generación de olores y con mayores recupero de nutrientes. Las dosis agronómicas aplicadas deben ser diseñadas, documentadas y controladas por un profesional del área, ya que el exceso de nutrientes o sales, en balances con la capacidad de suelo, el régimen pluvial y la demanda de nutrientes por los cultivos, no permite predicciones sencillas.
Es muy importante el aporte agronómico de los purines, que puede reemplazar totalmente a los fertilizantes químicos, y pueden ser usados en tres formas físicas:
- Como enmienda orgánica de recomposición de suelos, sólidos salidos del separador de sólidos a la salida del biodigestor, mediante el uso de desparramadores mecánicos tipo Joskin. Esta incorporación mejora sustancialmente la permeabilidad del suelo y la incorporación de oxígeno. El aumento de volumen de raíces en maíz se ve ampliamente favorecido con esta práctica.
- Como fertilizante orgánico, mediante la incorporación directa al suelo antes o después de la siembra, mediante el uso de cañones hidráulicos o arcos de riego con movilidad propia, dependiendo la cantidad agregada al suelo de estudios previos, de la composición química del mismo y de las lluvias registradas en la región. Se han registrado aumentos de producción de grano de hasta un 30% en experiencias hechas en maíz.
- Como inoculante orgánico, mediante la incorporación directa a la planta a través de fumigaciones tipo spray sobre el follaje, pudiendo hacerse hasta en tres etapas de crecimiento, con registros de aumento de producción de materia verde en maíz y sorgo de hasta un 50% (EW).
Manejo de mortalidad
La gestión de los cadáveres, al igual que el resto de los sólidos generados, debe tener mecanismos de tratamiento que eviten la generación de olores y proliferación de vectores.
Más información:
Bibliografía consultada:
Ministerio de Agroindustria de la Nación Argentina - Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Efluentes Porcinos. 2020