CONFECARNE PRESENTA AL SECRETARIO GENERAL DE MEDIO RURAL LA PROBLEMÁTICA DE LA INDUSTRIA CÁRNICA

CONFECARNE PRESENTA AL SECRETARIO GENERAL DE MEDIO RURAL LA PROBLEMÁTICA DE LA INDUSTRIA CÁRNICA
La Confederación de Organizaciones empresariales del Sector Cárnico de España (CONFECARNE) ha mantenido una reunión con Eduardo Tamarit, nuevo Secretario General de Medio Rural del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), en la que también estuvo presente Isabel Bombal, Directora General de Industrias y Mercados Alimentarios.
Jaume Blancafort (Presidente de CONFECARNE y FECIC) y Generoso García (Presidente de AICE y Vicepresidente de CONFECARNE), junto a los miembros de la Junta Directiva Federico Beltrán, Julio Revilla y Carlos Serrano, y los Cosecretarios Miguel Huerta y Josep Collado, presentaron al nuevo Secretario General del Ministerio la Confederación, constituida en 1999 como organización más representativa del sector cárnico para ser el interlocutor ante las diferentes Administraciones y vertebrar el sector para la defensa de sus intereses.
CONFECARNE agrupa a la Asociación de Industrias de la Carne de España (AICE) y la Federació Catalana de Industries de la Carn (FECIC), y cuenta con 1.000 empresas asociadas que emplean a más de 45.000 trabajadores. Las compañías asociadas a CONFECARNE reúnen el 75% de la producción nacional de elaborados cárnicos, el 79% del jamón curado, más del 90% de la producción nacional de elaborados de cerdo ibérico, el 70% del sacrificio nacional de porcino y más del 60% del sacrificio de vacuno.
Además de presentar la Confederación, su Presidente Jaume Blancafort recalcó la dimensión socioeconómica de la industria cárnica española, que es uno de los cinco primeros sectores industriales de nuestro país. Un sector formado por mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, con un tejido industrial integrado básicamente por más de 3.000 pequeñas y medianas empresas, repartidas por toda la geografía nacional, que ocupa con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de más de 19.000 millones de euros, un 20% del sector alimentario español, y que exporta por valor de más de 2.500 millones de euros anuales a mercados de todo el mundo.
A lo largo de la reunión, los representantes de CONFECARNE destacaron, en plena coincidencia con los responsables ministeriales, que el crecimiento del sector cárnico va a pasar de forma estratégica por el comercio exterior. Para ello, pidieron un apoyo decidido del MARM a la Lista Marco de empresas exportadoras, así como la eliminación de las últimas trabas administrativas y documentales que, como el como el certificado sanitario de exportación, dificultan la actividad exterior de las industrias.
Igualmente, se pidió a Eduardo Tamarit un apoyo en las actividades de promoción, una vez abiertos los mercados de terceros países, fundamental para desarrollar y consolidar las ventas allí, así como la creación de una Unidad en el MARM especializada en el apoyo a los proyectos presentados por sectores agroalimentarios españoles a los Reglamentos comunitarios de promoción.
Por otro lado, los representantes cárnicos manifestaron su apoyo decidido a la modificación de las Normas de Calidad que ha abordado el Ministerio a través de un proyecto de Real Decreto,  agradeciendo el trabajo realizado en este sentido, y se le solicitó su rápida remisión al sector para su análisis y valoración.
Finalmente, se abordó la problemática del sector ibérico, y Julio Revilla agradeció al MARM que el sector ya esté representado en la Mesa del Ibérico, a través de IBERAICE, e insistió en que el control de la Norma de Calidad tiene que ser plenamente efectiva y eficaz, habiéndose ofrecido el sector (a través de su Interprofesional ASICI) a colaborar y participar en la mejora del control. Para ello, se espera que el Ministerio indique cómo y en qué medida se puede concretar dicha colaboración.
 
Eduardo Tamarit, por su parte, expuso que es necesario lograr una adecuada diferenciación entre las producciones del cerdo ligadas a la dehesa y las producciones intensivas, para lo cual habría que buscar unas denominaciones diferentes.
 
Sobre la industria cárnica española
España es el cuarto mayor productor mundial de carne de porcino (sólo por detrás de China, EE.UU. y Alemania), con un volumen de 3,24 millones de toneladas en 2009. En carne de vacuno, nuestra producción fue de 575.00 toneladas, a las que hay que sumar otras 130.000 toneladas de ovino, producción en la que nuestro país ocupa el segundo lugar dentro de la U.E.
En cuanto a la producción de elaborados cárnicos, España, con más de 1,2 millones de toneladas anuales se sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea, por detrás de Alemania, Italia y Francia. Por productos, destacan en volumen los fiambres y elaborados cocidos, y en valor los jamones y paletas curados (blancos e ibéricos).
El pasado año, la industria cárnica española exportó 1,22 millones de toneladas de carnes (de ellas, 865.000 de carne de cerdo) y casi 100.000 tonenadas de productos elaborados.
El sector tiene planteados una serie de retos, de cuya resolución depende en buena medida la mejora de la posición competitiva y el desarrollo de nuestras industrias, y por extensión de toda la cadena de valor cárnica, tanto en el mercado nacional como en el exterior. Entre ellos destacan:
·         Necesidad de promover unas relaciones comerciales más sostenibles, corrigiendo la actual situación de desequilibrio debido al diferente poder de negociación de los distintos eslabones de la cadena. Para la industria cárnica hay que mejorar ese equilibrio, introduciendo medidas que contribuyan a un mejor funcionamiento, fluidez y transparencia en las relaciones comerciales y, que al mismo tiempo, se atajen las prácticas comerciales abusivas.
·         Problemas de financiación. Las encuestas señalan que el 80% de las Pymes tiene problemas de financiación. Esta situación ahoga a las empresas, junto a muchos de sus clientes y de sus proveedores, configurando un entorno muy complicado para las industrias.Esto es especialmente grave en ciertos sectores industriales, como el del cerdo ibérico o el jamón serrano, que tienen una elevada necesidad de circulante por la gran cantidad de producto inmovilizado en sus secaderos, lo que convierte a sus industrias -Pymes por su estructura- en grandes empresas por su necesidad de financiación.
·         Reducir la sobrecarga y los costes administrativos, que hacen perder competitividad  a nuestras industrias frente a las producciones de terceros países. Es necesario evaluar cuidadosamente el impacto de las nuevas medidas normativas que se pretenda adoptar y re-evaluar las existentes, en clara referencia a la prohibición de las harinas cárnicas.
·         Medidas fiscales: Aplicar un IVA superreducido a la carne, como corresponde a su carácter de producto básico en la alimentación, solventando una situación de discriminación que arrastra desde hace años.
·         Productos de calidad: La producción española de alta calidad que representa las denominaciones de calidad y especialidades tradicionales nos hace competitivos, y debe ser defendida. Preocupa mucho la falta de regulación de algunas de ellas (ETGs) y el peligro de desregulación de otras (DOPs e IGPS).
 
Para más información:
 
Comunicación CONFECARNE
José M. Alvarez Tel.: 646 65 28 46. E-mail: jmalvarez@telefonica.net

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