COLOMBIA: CON MUSICA SE ENGORDA A LOS POLLOS

COLOMBIA: CON MUSICA SE ENGORDA A LOS POLLOS
Todo fue muy sencillo con sólo poner dos parlantes en las jaulas y listo. En las cuentas de Rondón, en poco tiempo, esta 'musicoterapia animal' hizo incrementar la postura de sus aves en algo más del cinco por ciento, lo que mejoró sus ingresos como coturnicultor.
 
Un año después se ausentó del país por varios meses y cuando regresó su sorpresa fue aún mayor: el gusto de sus aves había pasado de la sutil música clásica al popular vallenato, mientras que la postura mantenía los índices anotados.
 
'El culpable' del hecho fue la persona encargada de cuidar los animales a quien la música clásica, definitivamente, no le era de su agrado.
 
Rondón llegó así a creer que con el vallenato las cosas funcionaban mejor y decidió adoptarla como la música ambiental de su explotación.
 
Hoy, luego de hacerse experimentos de todo tipo en varios países del mundo (para las vacas lecheras en Israel e Inglaterra, por ejemplo), en otro sitio del país la compañía Musicar, del grupo Carvajal, está demostrando que la música es una herramienta útil para las explotaciones avícolas.
 
Con esta, en la granja San Marcos de la empresa santandereana Campollo, logró disminuir la tasa de mortalidad y el estrés, así como mejorar el peso de los animales, la calidad de la piel y, en general, el proceso de engorde; todo esto, con música ambiental programada por estímulos.
 
"Lo que hemos logrado entre Campollo y Musicar ha sido que los pollos superen su estado de hipersensibilidad a los ruidos", dijo el gerente comercial de Musicar, Fernando Cabrera.
 
Entre el personal especializado en música ambiental programada por estímulos de esta empresa y los expertos en crianza avícola de Campollo, se diseñó e implementó una estrategia para brindar a las aves un ambiente confortable, considerando su sensibilidad y vulnerabilidad al ruido.
 
Para esto, se realizó un estudio técnico, que identificó las condiciones físicas y acústicas de los galpones. También, se planeó la instalación de una red de audio con la cantidad de bafles, volumen y potencia en vatios, según la selección de los canales musicales adecuados, más un programa de trabajo diario de música.
 
En su momento, durante el proceso de encasetamiento (recepción de las aves) y rotación de nuevos grupos de aves en los galpones, se puso en marcha un período de habituación (adaptación) en lotes previamente seleccionados.
 
A estos, durante las dos semanas de permanencia en la granja se les puso a escuchar el canal de música instrumental, programado con temas suaves no vocales, con el fin de generar un ambiente de tranquilidad, relajación y costumbre a un sonido ambiente permanente y agradable.
 
Durante la segunda fase, se sintonizó el canal de música tropical, programado con temas vocales de diversos ritmos, dinámicos, alegres y acelerados que crearon en las aves la costumbre y adaptación a ecos intensos, fuertes y variables.
 
"Tras un año de trabajo en la granja San Marcos con la música ambiental se pudo concluir que las aves expuestas a música desde temprana edad logran disminuir los niveles de estrés para adoptar un estado de relajación.
 
"Así, se logró también una merma en los índices de mortalidad a causa de infartos", concluyó Fernando Cabrera. El trabajo de campo seguirá por varios meses más.
 
También hay temas para ordeñar vacas
 
Música clásica, como la Sinfonía Pastoral de Beethoven, y canciones populares, como Bridge Over Troubled Water (de Simon & Garfunkel), han sido éxitos probados para incrementar la producción lechera. Esto concluyó una investigación hecha por un grupo de científicos de la Universidad de Leicester (Inglaterra), liderado por Adrian North y Liam MacKenzie.
 
La música suave hizo aumentar en tres por ciento (en promedio) la producción lechera de un hato de 1.000 vacas holstein, sometido a esta terapia durante la estresante jornada del ordeño. Además de las anotadas, los registros se lograron usando otros temas como Moon River (Danny Williams), Everybody Hurts (del grupo REM), What a difference a day makes (Aretha Franklin) y Perfect Day (Lou Reed).
El estudio de la referencia puede consultarlo en www.le.ac.uk
 
 
 
Fuente: JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ / REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS / Mesa de Ruitoque (Santander)

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