BUSCAN PROMOVER GENÉTICA BOVINA MIDIENDO ÍNDICES DE CONSUMO
Uno de los factores más importantes que se deben tener en cuenta es el consumo residual.
Foto: perulactea.com / m.tecmundo.com.br / freepick.es.
CONtexto ganadero habló con Martín García, presidente del Foro Argentino de Genética Bovina, FAGB, sobre el trabajo que vienen adelantando en el que a través de la selección genética de los semovientes se puedan identificar elementos que apuntan a incrementar considerablemente aspectos relacionados con la productividad.
De acuerdo con García, uno de los factores más importantes que se deben tener en cuenta es el consumo residual, o eficiencia de conversión.
“De lo que se trata es de identificar cuántos kilogramos de carne se producen con el mismo alimento. En muchos casos las diferencias individuales llegan a ser hasta del 30 %, por lo que hay una posibilidad de selección de gran impacto económico”, indicó.
Habitualmente se tienen a los animales en corrales durante un período de tiempo, allí permanecen con una identificación electrónica individual. La idea que se tiene es que al entrar a comederos diseñados para el proyecto ese dispositivo se active y así sea posible saber el peso que tenía al entrar y al salir, y cuanto alimento consumió.
Como en cualquier otro parámetro existen correlaciones positivas y negativas con otras características. Para este caso, hay investigadores que sostienen que en un rodeo seleccionado por consumo residual podría caer la fertilidad de las vacas en condiciones normales de campo, por disminución del apetito.
Pero el dirigente asegura que “el equilibrio es la solución, posiblemente eliminando animales extremos, muy bajos o muy altos, o seleccionando los más eficientes, para utilizarlos como cruzantes, engordando machos y hembras, sin guardarlas para madres”.
En su opinión, otra ventaja que se obtiene es el hecho de que al intensificar la producción se reduce la emisión de gases efecto invernadero por cada kilogramo de carne que llega a las góndolas.
Es importante señalar que estas mediciones solo sirven dentro de un programa donde se procesen como una diferencia esperada a la progenie convencional o genómica, que es la manera de tener un seguimiento viable en el que se comparen a los contemporáneos y se pueda luego hacer la seleccionar.
Hay que aclarar que no necesariamene hay correlación entre el consumo a corral (como en este caso) y el consumo de forraje a campo, que tienen diferentes hábitos por el pastoreo.
García reveló que en este momento en Argentina se está conformando una Red Nacional de Evaluación para todas las razas, especialmente las menos numerosas. Para esto se hizo necesaria una fuerte interacción público-privada, por lo costosa de la inversión.
“Es interesante señalar que en nuestro país constituimos el Foro Argentino de Genética Bovina, intergado por todas las asociaciones de razas prodcutoras de carne, centros de IA, transfereniastas de embriones y la Sociedad Rural, con el fin de promover y difundir acciones que permitan agregar valor a la cadena cárnica por medio de la selección genética”, resaltó.
En el Foro dejan claro que toda la información que genere el ADN debe ser propiedad de los ganaderos, no de los laboratorios y que serán ellos y no el Estado quienes fijen las pautas y direccionamientos de la selección, ya que el riesgo y el capital son suyos.
“En definitiva, no hay progreso genético sin medición y sin equipos técnicos de evaluadores para procesar dicha información. Todo programa debe ser realizado sobre el ecosistema de producción”, aclaró el presidente.
La Red Nacional se encuentra actualmente realizando la evaluación de las Diferencias esperadas de la progenie de casi todos los paises de la región -incluido Colombia. Todos los datos de procesan el mismo día mediante un modelo matemático que permite eliminar el factor ambiental y comparar por ejemplo un toro nacido en Barranquilla, Antioquia, Paraguay, Bolivia, Uruguay o Argentina.
Detrás de este proyecto, se le apunta también a otros como resistencia a garrapatas, tolerancia al estrés térmico, entre otras. “Este es el rumbo, hay que trabajar despacio, pero sin pausa para una ganadería competitiva”, remató.
Fuente: CONtexto Ganadero