ARGENTINA Y BRASIL: SIGUEN LAS NEGOCIACIONES POR TRABAS A LA CARNE PORCINA
Por otra parte, la relación comercial bilateral encontró un nuevo motivo de conflicto al conocerse la posibilidad de que la presidenta Dilma Rousseff aplique medidas que frenen el ingreso de vinos importados, a los efectos de impulsar la incipiente producción vitivinícola local.
"Llegó la hora en que los grandes productores del Brasil construyan la condición para que se consolide el sector de vinos finos: o se establece o desaparece", sentenció al respecto el director del Instituto Brasileño del Vino (Ibravin), Carlos Paviani.
De acuerdo con lo informado por el diario Folha de Sao Paulo, las autoridades estudian la posibilidad de fijar una cuota de importación o bien subir los aranceles de importación del 20 al 55%.
Paviani expresó su disconformidad con una suba de aranceles y se mostró partidario de "restricciones cuantitativas", es decir un número máximo de botellas, y dijo en ese sentido que eso "no es proteccionismo, es una medida legal, prevista en la ley".
"No es para sacar a los vinos importados de la estanterías, lo que queremos es participar del crecimiento del consumo", añadió.
Para Argentina, el mercado brasileño representa un bajo porcentaje de las exportaciones de vino, con un 6 al 7% en volúmenes y precio, la mayoría provenientes de la zona de Cuyo. Las bodegas de la región del Comahue, con una baja participación dentro del total de exportaciones del país, se verían afectadas sólo marginalmente con la medida, dado que la mayoría exporta en su mayoría vinos de calidad hacia Europa y Estados Unidos, aunque se han registrado algunos envíos menores a Brasil y países del Mercosur.
Los enviados
Por otra parte, el director de Asuntos Comerciales de Agricultura, Benedito Rosa do Espírito Santo, se reunirá mañana en Buenos Aires con el subsecretario de Coordinación Política de la cartera agropecuaria, Gustavo Álvarez, en una continuación de los contactos iniciados días atrás por Yauhar y su par brasileño, Mendes Ribeiro.
La preocupación del país vecino se basa en la abrupta caída de las compras argentinas de carne porcina a partir de la implantación de la declaración jurada anticipada de importación (DJAI), en febrero de este año.
Según O Estado de Sao Paulo, el mes pasado "las ventas de carne porcina para el mercado argentino desbarrancaron 83,3 %" y en marzo "el volumen exportado para la Argentina es prácticamente cero", contrastando con las 35.600 toneladas ingresadas en 2011.