ARGENTINA: SE CIERRAN LAS EXPORTACIONES DE CARNE
Como ya había ocurrido en ocasiones anteriores, el Gobierno cerró el viernes pasado, de hecho, las exportaciones de carne con el fin de frenar la suba de precios que registra este producto desde fines del año pasado. La prohibición, que fue aplicada sin constancia de norma escrita, resolución o decreto, regiría para todos los cortes, excepto los comprendidos dentro del cupo de la cuota Hilton.
"El viernes a la tarde cerraron las exportaciones en forma intempestiva. En la Aduana llegaron al extremo de bajar contenedores de barcos y aviones y parar camiones que estaban saliendo del país, lo que hizo que se incumplieran varios compromisos. Entre los camiones parados, había varios con destino a Chile", explicó un hombre de la industria exportadora, que fue afectado por la medida.
Según una alta fuente de un frigorífico exportador, la prohibición de las exportaciones busca empujar a todos los sectores de la producción a suscribir un nuevo acuerdo de precios, que fije el precio del kilo vivo de la media res en 5 pesos, casi un 50% menos que el precio actual (aproximadamente $ 9). "Es imposible volver a ese precio", indicó la fuente.
Asimismo, fuentes de dos de los frigoríficos exportadores más grandes del país dijeron que la Aduana y las compañías marítimas habían advertido ayer a las empresas que no enviaran contenedores por la restricción vigente, para evitarse problemas. La estrategia de no comunicar por escrito la decisión oficial fue atribuida por el sector privado a una costumbre del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Pese a que se consultó en varias oportunidades a la Aduana y al Ministerio de Agricultura sobre la prohibición, no hubo respuesta de ninguno de los dos organismos a la consulta de LA NACION.
"Estamos todos muy preocupados. Hay 18.000 trabajadores del sector frigorífico en riesgo por esta medida", señaló el presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti. "Tenemos denuncias de que hay una orden no escrita de cerrar las exportaciones y viene directamente de Néstor Kirchner", señaló Pedro Peretti, titular de la Comisión de Ganadería de Federación Agraria Argentina, el primer dirigente en denunciar lo ocurrido.
La mayoría de los consultados coincidió en que la medida no logrará frenar la escalada de precios que vive la carne desde fines de 2009, período en que registró una suba superior al 40 por ciento. "Por más cierre que haya, faltan vacas y faltan 4,5 millones de terneros que no se van a recuperar con el cierre de las exportaciones. Faltan 20 kilos de carne por habitante que no existen y no van a existir hasta que se recomponga el stock", señaló Peretti.
Críticas de la Comisión de Enlace
"No hay margen para frenar la suba de precios. Hay 12 millones de cabezas para faenar este año, que equivalen a 2,5 millones de toneladas de carne, un volumen que no alcanza ni para abastecer al mercado interno. Necesitamos 3 millones de toneladas para suplir los 70 kilos por habitante que se consumen en el país y como no vamos a producirlos, la suba es inevitable", destacó Schiariti.
Desde Córdoba, donde mantuvieron una reunión con los legisladores de esa provincia, los dirigentes de la Comisión de Enlace también criticaron la medida. "El cierre de exportaciones demostró ineficacia en el pasado para bajar el precio al mostrador, pero sí se comprobó el perjuicio al productor. En 2006, cuando se cerraron las exportaciones el precio al productor cayó hasta un 30 por ciento, mientras que el precio en góndola subió un 5 por ciento. Nada indica que esta vez las cosas serán distintas", opinó el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto.
"Esta medida no hace más que incrementar el nivel de incertidumbre para la producción ganadera e invalidar la poca previsibilidad que generaba la reciente mejora de los precios", dijo el presidente de la Rural, Hugo Luis Biolcati.
Por otro lado, los referentes consultados destacaron que la prohibición de exportaciones vuelve a dañar la imagen del país como proveedor de carnes y afectará sus negocios en el futuro. "Hay un costo extra a mediano plazo, que es la falta de confiabilidad en el país. Eso trae como consecuencia que los clientes nos dejan de comprar o nos pagan precios más bajos para nuestros productos, porque nos consideran un proveedor riesgoso", destacó el presidente de uno de los frigoríficos más grandes.
"El Gobierno continúa equivocándose con la carne. Lo que se necesitan son políticas que incentiven la producción", dijo el ruralista y diputado provincial por Buenos Aires de Unión Pro, Jorge Srodek.
Fuente: La Nación