”Argentina es un país privilegiado”

El titular Director General de Interbion, Daniel Arensburg, dialogó con AmeriCarne sobre cómo es el sector de maquinarias y tecnologías para la industria cárnica y los desafíos que viven al trabajar con la importación.


Por: Paola Papaleo, Editora General revista AmeriCarne Digital

Fotos: Interbion



 

Desde 1986 la empresa argentina Interbion provee a la industria alimentaria local, y eventualmente a Chile y Uruguay, toda la tecnología que necesita en maquinarias y repuestos para la producción y envasado de alimentos. De la mano de su fundador y Director General, el biólogo Daniel Arensburg, hoy cuenta con un equipo de 10 personas distribuidas en las áreas de service; comercial y administración, y con 27 empresas internacionales a las que representan con sus soluciones para Procesos, Tratamientos térmicos, Packaging, Faena y Desposte, así como para tratamientos de efluentes. 

 

AmeriCarne (AC): ¿Qué es EcoInterbion?

Daniel Arensburg (D.A): Además de maquinarias de producción de alimentos tenemos la división ambiental EcoInterbion por la cual ofrecemos e instalamos sistemas de tratamientos de efluentes, en particular para frigoríficos bovinos y porcinos. Es un área con la que empezamos hace unos 10 años, tenemos más de 13 plantas de efluentes trabajando en todo el país. Las distintas provincias tienen cada vez más exigencias en relación al vuelco de efluentes. Tenemos un equipo experimentado y en función de los datos de vuelco, del caudal de cada frigorífico y del perfil del efluente, más las reglamentaciones o requisitos de cada lugar, diseñamos una planta de tratamiento con alguna de las dos empresas con las que trabajamos, una de Holanda y otra de Brasil.




AC: ¿Cómo describirías la evolución de las tecnologías y maquinarias para la producción y envasado en la industria cárnica?

D.A: En la industria alimentaria en general hay momentos de mucha inversión cuando hay demanda porque, excepto algunos casos como los frigoríficos bovinos, viven del mercado interno. Los momentos de apertura o ampliación de plantas, se dan cuando hay crecimiento industrial. A pesar de las políticas erráticas de este gobierno, se puede decir que ha habido en estos últimos años bastante inversión en la industria alimentaria, y que en los cuatro años anteriores que fueron más bien recesivos bajó bastante la cantidad de máquinas instaladas e importadas. Podemos decir también que desde el 2006 al 2014 fueron años bastante buenos en este sentido, especialmente en algunos sectores como el porcino y vacuno que hicieron plantas o instalaciones nuevas, más modernas y eficientes. En los últimos dos años también se han activado proyectos de inversión en planta nuevas a pesar de las restricciones de moneda extranjera.

En el sector bovino se está incorporando el sistema de desposte con trazabilidad. En ese sentido tenemos la representación de Marel Sulmaq que, entre otras tecnologías, cuenta con un software fácil de manejar por los operarios.

Lo que veo a grandes rasgos es que va a aumentando la capacidad instalada de faena y de deshuese, y se va automatizando cada vez más. En menor medida, también hay una tendencia a cumplir con ciertas normas de seguridad para los operarios como la ergonometría para evitar el daño por esfuerzo, que aquí están empezando a implementarse pero en otros países ya están a pleno.

En cuanto a la producción con valor agregado de la carne, en la industria bovina todavía son pocas las plantas que tienen líneas para porciones de carnes o milanesas. En cambio en la producción porcina sí hay una tendencia a integrar el matadero y el desposte con plantas de elaboración de fiambres. Todas las fábricas de chacinados, además, se han automatizado mucho en estos últimos años e incorporaron tecnologías muy competitivas que permiten hacer tanto productos de alta calidad como productos de altos rendimientos bien hechos, lo que se llama la calidad entendida desde el punto de vista de la estandarización.


 


AC: ¿Qué creés que dificulta o demora la implementación de nuevas tecnologías?

D.A: Tenemos muchos clientes grandes, medianos y chicos. En los últimos 15 años surgieron frigoríficos productores de jamón cocido, salame o mortadela que, de alguna manera, sustituyeron a los frigoríficos que en la década del noventa no llegaron a subirse al tren de la modernización con las ventajas que tenía adquirir máquinas con el 1 a 1. Pero, a partir del 2001 o 2002, han surgido muchos frigoríficos que hacen 150 a 200 toneladas al mes y tienen una sala de desposte o/y un pequeño criadero. El tema de la incorporación de maquinaria hoy está dificultado más por la importación que por la rentabilidad, que creo que sí la hay. Cuesta mucho conseguir los permisos de importación tanto de insumos como de maquinarias, y tiene que ver también con el cupo que se le asigna a cada empresa. Pero esto ya lo hemos vivido en otras épocas de restricciones, tiene que ver con la falta de dólares, entonces es cuestión de pasar el momento. La estrategia de cambio o renovación de las herramientas es más a largo plazo que en otros momentos. A pesar de ello, nosotros estamos con mucho trabajo  instalando máquinas y líneas, tanto en el sector bovino como porcino, así como plantas de efluentes. El año pasado dentro de nuestra estadística fue un buen año y 2023 viene bien, aunque algo trabado por la demora en obtener permisos de importación.


AC: ¿Cuáles son las novedades en cada sector con los que trabajan?

D.A: En el área de Procesos, las soluciones para deshueses son cada vez más eficientes, se hacen más controlados en cuanto al rendimiento del personal, la trazabilidad, la versatilidad del tipo de corte según el destino que se le va a dar a la carne. En Faena se ha avanzado mucho, tanto en bovino como en porcinos, en cuanto al noqueo, el descuereado, el pelado.

En lo que respecta a Producción se trabaja en la distribución de la salmuera y los tiempos de masaje. También se avanzó mucho en la eficiencia de la embutición al vacío, antes por ejemplo una embutidora de músculo podía tener un desvío estándar de +/- 50 gramos, hoy se puede pedir +/- 20 o +/-10. Lo mismo ocurre con la cocción que cada vez es más uniforme y los hornos, como los de nuestra representada Schröter, están cada vez mejor aislados y los equipos duran más tiempo.

En cuanto al Packaging creo que en Argentina hay un retardo, no tanto en la presentación pero sí en la mano de obra. En el mundo, especialmente en Europa, están impuestos los sistemas automáticos de armados de estuches, de cajas, de colocación con robot. Si bien en el país todos quieren tener esos sistemas, como la mano de obra es muy barata en relación al dólar, el retorno de esa inversión sigue siendo difícil. Hay una tendencia a mejorar la capacidad productiva y dejar estas cosas para más adelante.


AC: Todo lo que ustedes encuentran en Europa con sus representadas, ¿se puede poner en funcionamiento en Argentina?

D.A: En general todo va llegando pero hay cosas que son un misterio en cuanto al por qué no se implementan acá. Por ejemplo, hace 15 o 20 años que me decían que el envasado de los fiambres y el feteado en atmósfera controlada o al vacío iba a venir, pero vemos que no pasa del 5 u 8% de la producción total de fiambres. Tiene que ver con la desconfianza del consumidor, con una costumbre cultural de querer ver fetear el producto al momento de la compra. 

En lo que es la implementación de tecnología siempre hubo un retardo, pero asimismo hay cosas que llegan rápido sobre todo en producción primaria, no así en Packaging. 


AC: Dado el contexto económico local y la coyuntura internacional ¿Cómo los afecta para la importación de maquinarias y repuestos?

D.A: Uno se acostumbra a convivir con las dificultades, por lo que aprendí a adaptarme al caos y hasta le puedo encontrar una oportunidad. Estamos importando repuestos, a veces demoran las SIRAS, pero también tenemos la posibilidad de traer por courrier. En la empresa tenemos una filosofía que es dejar que el cliente decida si quiere comprar en forma directa al exterior, le hacemos la oferta y ayudamos a elegir lo que necesita, o bien importamos nosotros. En los últimos diez meses lo que ha pasado es que muchos clientes que antes importaban en forma directa, nos piden que lo hagamos nosotros, nacionalicemos y les revendamos. Esto nos ha exigido tener más cupo para importar, explicarles a las representadas las limitaciones y poder pagarles diferido a 30 o 90 días. Eso de alguna manera, nos dio más volumen de venta de repuestos nacionalizados. También hay un incremento en la demanda de repuestos porque mucha gente, al no poder importar máquinas nuevas, cuida más las que tiene. 

En canto a máquinas, si bien traemos algunas, son los clientes quienes más importan. Lo que estamos observando es que hay mucha variabilidad en las aprobaciones de importación. Acá es importante insistir, estar en contacto con las Cámaras representantes de las industrias cárnicas.




AC: Ustedes además ofrecen un diferencial que es el how how para la evaluación de proyectos ¿Cómo trabajan este servicio?

D.A: Yo no creo que un proveedor de maquinaria tenga que ser asesor, pero en los últimos años nos ha pasado, por nuestra experiencia y el tener acceso a tantas líneas de producción, que los clientes nos pidan evaluación de proyectos, ante proyectos de mataderos o de fábricas. Tenemos un equipo con gente propia y otros que nos asesoran. El trabajo incluye desde el terreno, la ubicación, la orientación, los costos de inversión y operación, cantidad de personal, consumos de energía, agua, etc., así como la planta de efluente. 

Por otra parte, tenemos una representada alemana que se llama Flottweg que hace centrífugas y decanters con una gama muy amplia de aplicaciones, desde harinas de pescado hasta las plantas de bioetanol. Además de vender maquinarias de este tipo, nos permitió tener acceso al hnow how que ellos tienen en plantas de proteínas de soja, de arvejas, liofilizadas, de almidón.


AC: ¿Cómo eligen a las empresas que representan?

D.A: El tipo de representada que siempre hemos buscado es que no solamente fabrique buenas máquinas sino que además tenga un know how de la elaboración y producción del producto final, y un valor que se le aporta al cliente. Si bien a veces es  más caro, da mucha seguridad y, en nuestro caso, nos hace una empresa más confiable. Nuestro equipo está en constante capacitación y actualización en el exterior.

Siempre fui optimista, a pesar de las diversas y complejas coyunturas que se van dando. Por otro lado soy consciente de que estamos en un rubro favorecido, en el mundo y en la Argentina por nuestras materias primas, el mercado es enorme porque la gente siempre se va a alimentar. Además creo que Argentina es un país privilegiado y tenemos que valorar más la oportunidad que nos da, en una circunstancia ordenada o en una como la actual, siempre hay opciones para de moverse con inteligencia y energía, no perder la esperanza. Hay tanto por hacer en comparación a lo ya hecho en el viejo mundo y en Estados Unidos que ahí uno encuentra motivación. 

 

Más información:

http://interbion.com.ar/web/ 

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