AMERICARNE 76: BIENESTAR ANIMAL / DEL ZAPUCAY AL PAÑUELO BLANCO
Por Dr. Leonardo Jose Sepiurka MV*
Constituía una práctica habitual dejar que las mujeres sufrieran y hasta murieran durante los partos, y hace tan solo pocas décadas que les comenzaron a proporcionar anestésicos que permitieron que el alumbramiento no fuera una experiencia traumática y necesariamente dolorosa, marcando un cambio y una tendencia.
En los animales de compañía, hace menos de cuatro décadas que comenzaron a repensarse los conceptos hasta entonces válidos, de que había que dejar que a los pacientes les doliera para que se quedaran quietos, y ese tremendo error fue comprendido y parcialmente subsanado.
Del Código de Conducta de la Federación Ecuestre Argentina, rescatamos su segundo punto, el que menciona:
“El bienestar del caballo debe prevalecer sobre las exigencias de todas las partes involucradas, y comerciales interesadas”
Para los animales de consumo el liderazgo y las demandas se originaron en Europa, y ya el Mercado Común Europeo delineaba desde Bruselas y a comienzos de los noventa las muestras de respeto a la vida animal y a su bienestar.
Donald Broom, desde Cambridge, considerado uno de los precursores del bienestar animal, introdujo conceptos revolucionarios para su época, haciendo repensar el modo de pensar en lo que al respeto al bienestar animal concierne.
Ese efecto se fue reproduciendo, y muchos se hicieron eco de la necesidad de incorporar el respeto antes desestimado.
Hoy Temple Grandin es considerada una de las principales referentes y sus enseñanzas trascienden las fronteras
En nuestro país se instala esa necesidad desde mediados y hacia fines de los noventa, y desde algunas escuelas de veterinaria se comprendió la necesidad de incorporar curricularmente la temática para los alumnos de las distintas carreras vinculadas al ámbito agropecuario, a la biología y a las ciencias veterinarias.
Como ejemplo de estas Facultades cabe citar a las del Salvador, a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, o a la de Buenos Aires, considerándose que es un tópico inexcusable que debería ser incluido en todas las carreras de Veterinaria y de Ciencias Agrarias
La Sociedad de Medicina Veterinaria, entidad con 113 años de vida - con una trayectoria signada por la excelencia al servicio de la profesión veterinaria - ha incorporado el capítulo “AsArBA” como Asociación Argentina de Bienestar Animal, con el firme propósito de potenciar las acciones ya encaminadas a fin de implantar en la comunidad la necesidad del respeto por la vida y el bienestar animal.
Entidades como el SENASA, el INTA, el IVAC, Fundaciones como FABA, y demás instituciones, ONG, y entidades intermedias han propuesto metas similares, y es en el camino de impulsar el objetivo común, de imprimirle ejecutividad y racionalizar recursos que convocamos a una mesa de encuentro para dinamizar el proyecto.
Está previsto en honor al Bicentenario de la Patria la convocatoria a un Congreso de Bienestar Animal a realizarse en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, abordando los aspectos que hacen a las buenas prácticas de manejo con bienestar en diferentes especies y fundamentalmente focalizando la enseñanza como hito de partida para poder replantear los usos y costumbres enquistados.
Nuestra visión es que profesionales formados puedan pasar a los productores estos conceptos, demostrando que así como los planes de salud redundan en beneficios directos, la implementación de nuevos conceptos también generará disminución de pérdidas y mayores ingresos.
Es por esto, que el lema del congreso es “Desafío para el próximo lustro”.
La tarea por delante es vasta, y todas las voluntades serán útiles, ya que se debe emprender una prédica que destierre los conceptos ancestrales aún vigentes en el campo Argentino: los perros, los gritos de los arrieros, el pechaje de los caballos y cuando no el traumático estimulo de una picana eléctrica conforman escenas cotidianas, que no solo se vivencian sino que hasta se trasmiten por canales de televisión. Resulta contradictorio frente a lo que precisamente se desea desterrar, reemplazándolo por trabajos pausados, con vocalizaciones acordes y tal como titula esta nota pasar del zapucay – típico grito de la región del noreste – al uso de un pañuelo blanco asido al extremo de una vara, el que ha demostrado su efectividad en los trabajos a campo.
Hasta en algunos tambos la música funcional envuelve la sala de ordeño y las vacas se muestran plácidas y distendidas.
Desde el momento que el mal manejo se traduce en heridas, magullones, hematomas, lesiones no exentas de dolor, y al estrés que esto conlleva, es posible evaluar los cambios en los parámetros fisiológicos normales, y la traducción en cuantiosas pérdidas económicas que esto supone cuando estos animales son faenados.
Con el objetivo de evitar el daño económico y por sobre todo defender el bienestar animal durante la crianza, transporte y matanza, es que se ha incorporado el uso de mangas y corrales adecuados, rampas con pendientes aprobadas, carga en camiones acondicionados, y disposición de los animales de modo tal de evitar su padecimiento.
Es además imperiosa la implementación de similar criterio en la industria cárnica por razones éticas y económicas.
El nivel de deterioro y pérdidas, el reconocimiento de los mercados compradores y la disposición a pagar un mayor precio con trazabilidad por bienestar animal al igual que lo que están dispuestos a pagar por alimentos orgánicos trazables, hace que deba encaminarse un proyecto donde intervengan todos los protagonistas de la cadena de valor, con el debido apoyo para que este esfuerzo sea posible y llegar con las nuevas pautas a los distintos puntos de nuestro país.
*Secretario de la Sociedad de Medicina Veterinaria de la Argentina
Presidente del capítulo: Asociación Argentina de Bienestar Animal
Hospital Veterinario Tortuguitas
Email: leonardo@sepiurka.com.ar
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