150° ANIVERSARIO DE HEREFORD: UN SIGLO Y MEDIO DE PASION POR MEJORAR
Fueron, son y seguirán siendo muchas vidas trabajando en poner a la raza, su carne y su genética en los mejores estándares del mundo, generando trabajo para los argentinos y riqueza para nuestro país.
La historia del Hereford, coincide con el desarrollo de la ganadería moderna en el mundo, cuando en 1858, llegaron desde Inglaterra los primeros toros de la raza adquiridos por los señores San Martín y d ´Elía.
Pero fue en mayo de 1862 cuando Don Leonardo Pereyra importa el primer animal de pedigree llamado “Niágara” y sienta las bases del desarrollo de la raza en nuestro país. A partir de allí, hasta 1924, es el periodo de la fundación y la consolidación de las más importantes cabañas, muchas de las cuales aún perduran.
Aquel año se tomó la decisión estratégica de conformar la Asociación Argentina de Criadores de Hereford, que fue la necesaria institucionalización para que los esfuerzos individuales convergieran en un mismo objetivo, asegurando así las posibilidades de crecer.
“Más allá de la Asociación como institución, claramente esta es una raza que ha podido adaptarse a todos los cambios que ha tenido la ganadería desde el siglo ante pasado en nuestro país, pero lo más importante para la actividad pecuaria argentina fueron y son sus criadores, que a pesar de todos los avatares políticos y económicos de este siglo y medio de vida, siguen apostando a tan noble actividad”, expresó Oscar Blanchard, Ex Presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford.
Exposiciones, remates de reproductores, intercambio de información, control de producción, mejoramiento genético, actualidad tecnológica.. Todo esto se desarrolla por los criadores asociados en la Hereford, que respaldados por la entidad trabajan en el mejoramiento de la raza con explotaciones ganaderas que van desde Corrientes a Tierra del Fuego y desde la Cordillera hasta el Litoral.
Tanto cabañeros como criadores generales o cualquiera que participe en la cadena de producción pecuaria sustentan esta actividad gracias al trabajo y la pasión propia, que hoy son los únicos pilares del buen nombre de la ganadería Argentina en el mundo, a pesar de situaciones adversas que, paradójicamente, no son generadas por otras naciones competidoras de nuestro producto ni por factores exógenos sino por políticas internas.
Por eso, hoy como ayer consideramos la importancia de apoyarse en el pasado para avanzar hacia el provenir y convencidos de que a pesar de los problemas de coyuntura que aquejan a nuestra ganadería, la fortaleza de nuestros rodeos le permitirá continuar su camino de grandeza en este nuevo siglo”.