URUGUAY BUSCA ENTRAR CON MÁS CARNE VACUNA EN LA UNIÓN EUROPEA
El nuevo cupo con el que los europeos buscan resarcir a los estadounidenses, está condicionado a que se cumpla con novillos de 30 meses, engordados a corral (feed lot), con un determinado porcentaje de grasa intramuscular. Por eso, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) le hizo saber a la Cancillería el interés de la cadena de abastecer con carne vacuna de alta calidad -según los requisitos establecidos en el acuerdo entre EE.UU. y la UE-, logrando "una cuota aparte del contingente autónomo".
La cuota país de 6.300 toneladas es para carne alimentada a pasto y para un producto de alta calidad, pero independientemente, Uruguay produce carne de animales engordados a granos, que cumple con las especificaciones establecidas en el entendimiento.
En una misiva enviada al canciller Gonzalo Fernández, el trabajo del INAC también demuestra que la decisión de la UE, "provoca un alto daño y dejará a la carne bovina uruguaya fuera de mercado, porque fuera de la cuota de 6.300 toneladas, tiene que pagar un arancel de 3.000 euros por tonelada y del 12% más (es un arancel de casi 100%)", adelantó Fernando Pérez Abella, vicepresidente del INAC.
Pero más allá del planteo, en la negociación, Uruguay busca adelantarse a demostrar el daño, planteando el problema ante el Órgano de Solución de Controversias de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Por un lado, "hará un planteo sistémico de defensa del citado órgano y por otro, mostrar que la acción (darle un cupo Hilton extra a EE.UU.) es discriminatoria e incompatible con la OMC". Así lo hizo saber Carlos Pérez del Castillo, ex embajador ante la OMC. "Es un planteo que tendrá que ser tomado en cuenta cuando Estados Unidos y la Unión Europea traigan ante el Órgano de Solución de Controversias su problema de larga data", dijo.
REALISTA. Por otra parte, Pérez del Castillo estimó que "hay que ser realista", porque no se debe pensar que la Unión Europea está dispuesta a abrir el cupo de 20.000 toneladas que le otorgará a EE.UU. para otros países. "Lo que tenemos que hacer son los planteos pertinentes de que el mecanismo es contrario y discriminatorio, pero al mismo tiempo, tener una buena dosis de realismo y saber que hay un debe pendiente que se debe aprovechar en algún otro momento".
Un buen momento podría ser cuando, en el marco de la ronda de Doha de la OMC, se abra otro cupo cárnico, luego de que el organismo declaró al producto como "sensible".
Desde la óptica del ex embajador ante la OMC y ex candidato a director general del organismo mundial, las nuevas condiciones impuestas por los europeos para el cupo de 20.000 toneladas, "son surgidas de una radiografía a la carne vacuna norteamericana".
MÁS CUOTAS. Por otro lado, Uruguay no abandonó la idea de ampliar el cupo país de 6.300 toneladas de Hilton, una aspiración que nada tiene que ver con la disputa entre EE.UU. y la UE.
Varios países están buscando lo mismo. "Brasil acaba de conseguir un cupo Hilton adicional de 5.000 toneladas, pero lo hizo porque Rumania y Bulgaria, países a los que le vende carne, cuando entraron al régimen de mercado único, no le compraron. Es una compensación que nada tiene que ver con el caso de las hormonas".
El entrevistado recordó también que Argentina está haciendo lo mismo, pero el camino para Uruguay corre por otro carril. Habrá que esperar a que "se abra el contingente de 320 mil toneladas, tras haberse considerado a la carne como un producto sensible, que será al final de la Ronda de Doha, que aún no se sabe cuándo terminará", aclaró. Tras la apertura de ese cupo, si Uruguay consiguiera un 10% de esa cuota, el actual cupo de 6.300 toneladas se multiplicará varias veces.
Un boicot por US$ 116: anuales
La Unión Europea y EE.UU. mantienen una disputa por la carne con hormonas desde hace 4 años. Los europeos le cerraron la puerta a la carne bovina estadounidense acusándola de tener hormonas y la disputa se elevó a la Organización Mundial de Comercio.
El Órgano de Solución de Controversias de la Organización Mundial de Comercio dijo que la veda impuesta por la UE no tiene justificación científica y pidió levantarla, pero el viejo continente no lo hizo.
En represalia, EE.UU. boicotea los productos europeos, causándole pérdidas al bloque por US$ 116 millones anuales. Los europeos decidieron llegar a una compensación bilateral, otorgándole a los estadounidenses una ampliación de 20.000 toneladas dentro del cupo Hilton, donde se maneja un arancel preferencial.