SOLO AVES & PORCINOS EDICION 26: EMPRESAS/ CAGNOLI S.A. / SABORES GENUINOS DE TANDIL

SOLO AVES & PORCINOS EDICION 26: EMPRESAS/ CAGNOLI  S.A. / SABORES GENUINOS DE TANDIL
Por Shettino Nicolás*
 
En el siglo XIX, más precisamente en el año 1820, en Tandil existía el Fuerte Independencia levantado por el General Brigadier Martín Rodríguez. El objetivo: expandir las fronteras territoriales de un –todavía –desordenado Estado nacional. Pero más cerca en el tiempo, la llegada de inmigrantes –sobre todo italianos y españoles –dieron a la región de las sierras otra perspectiva. Hacia 1895, el 40% de la población tandilense estaba constituida por extranjeros, en su mayoría europeos. Lo que, por supuesto, causó un impacto cultural muy grande.
Fue a principios de siglo cuando la historia comenzó a tener un nuevo sabor para Tandil. Desde la Lombardía Italiana, arribó a la Argentina Don Pedro Cagnoli, con su oficio a cuestas, la elaboración de Chacinados.
Este hombre surgido de la cultura del trabajo se radicó en Tandil y comenzó a desarrollar su empresa familiar.
Los laboriosos pasos iniciales obtuvieron un rápido resultado, los fríos inviernos tandilenses eran la cuna ideal en la cual se facturaban aquellos magníficos salamines de hasta 3 Kilos de peso, que luego él mismo llevaba a su puesto de venta en el mercado municipal de la ciudad o a la estación de ferrocarril desde donde partían hacia Buenos Aires.
Era el comienzo de una época donde los salamines tandileros comenzaron a cobrar una bien ganada fama.
Fue sobre su base artesanal y la calidad en la elaboración que la historia comenzó a marcar un rumbo bien definido para este producto que es un sinónimo de Tandil. Sin duda, Pedro Cagnoli fue un visionario, pero su principal virtud fue sentar las bases de una Familia que encuentra el nuevo milenio trabajando por el sueño de su fundador: lograr la perfecta armonía entre Tandil, la Familia y la calidad de los productos más genuinos.
 
 
UNA EMPRESA CONSOLIDADA
 
En la actualidad, Cagnoli está constituida como una Sociedad Anónima compuesta con capital puramente familiar, cuyos presidentes y vicepresidente son los hermanos Pablo y Fabio Cagnoli respectivamente, hijos de Norberto, e integrantes de la tercera generación de la familia.
 La planta industrial, ubicada en plena sierra, cuenta con el diseño y el equipamiento que les posibilita lograr elevados estándares de calidad. La renovación y continua inversión, le permiten fusionar una planta moderna con tradición e historia.
En cuanto a las líneas de productos, la especialidad, con base en los más de 70 años de tradición, es la salaminería. Para está línea, se trabaja en una amplia variedad de productos que cubren las expectativas y necesidades de consumidores de nuestro país y países vecinos.
A su vez, se elabora una línea de fiambres cocidos basados en la misma filosofía que la línea tradicional, poniendo el mayor esmero en la calidad.
Con los años, la distribución ha avanzado a todo el país a través de las cadenas de supermercados, mayoristas y fiambrerías especializadas.
Actualmente, Cagnoli exporta sus productos a algunos países de Latinoamérica. Algo que representa un orgullo para ellos –no sólo por la valoración que se hace en el exterior de los productos tan identificados a la historia familiar –sino por el reconocimiento a la continua labor de mejoras en los estándares higiénico-sanitarios y de calidad, algo que les permite mantener y abrir puertas de diversos mercados Latinoamericanos. 
La empresa cuenta con un sistema de calidad que asegura la trazabilidad desde las materias primas hasta sus productos terminados. Esta herramienta, representa parte del compromiso de la empresa con la calidad total.         
Con respecto a las certificaciones, la planta posee certificación BPM por IRAM y habilitación oficial para exportar a distintos países de Latinoamérica. También, en base al compromiso integral con el medio ambiente, cumple con la totalidad de los requisitos de los estudios ambientales.
En el futuro, la empresa pretende continuar con el desarrollo de la planta, para acercar a cada vez más consumidores, productos de elaboración artesanal, madurados en el clima inmejorable de Tandil, respetando la tradición y amor por la calidad, legado de su fundador Don Pedro Cagnoli.
 
*Periodista
 
Para mayor información: www.cagnoli.com

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