Productores Junto A Entidades Públicas Y Privadas Impulsan El Cerdo Pampeano
Por Gastón Guido
Periodista
Editor General Solo Aves & Porcinos
ggcomunicacion@fibertel.com.ar
Una de las acciones del Cluster es la realización de reuniones de capacitación. En este caso, un Foro del Sector Porcino para presentar las oportunidades del mercado en la localidad pampeana de Winifreda.
El crecimiento sostenido que desde hace 15 años se registra en la producción y consumo de carne porcina en la Argentina ha hecho que, en distintas regiones del país, los medianos y pequeños productores se hayan organizado para mejorar la operación de sus granjas en esquemas cooperativos, asociativos o de articulación público-privada.
Un ejemplo de esta última alternativa es el caso del Cluster Porcino de la Provincia de La Pampa. La iniciativa surgió en 2013, como una evolución del Plan Provincial de Activación Porcina, puesto en marcha por el Ministerio de la Producción de ese distrito.
Luego de fortalecer al sector con líneas de créditos blandos para mejorar infraestructura, adecuar sistemas de producción, incorporar genética y aumentar escala, y apoyar la integración horizontal y vertical, con acciones en diferentes industrias de la provincia (proveedoras de insumos, frigoríficos y chacinadores), la cartera provincial unió los esfuerzos de su plan al Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP), dependiente del entonces Ministerio de Agricultura (actualmente Agroindustria), para desarrollar, con aportes nacionales, la iniciativa de Mejora Competitiva de Clúster.
“Con este proyecto, se convocó a todo el sector porcino provincial, comenzando con las primeras reuniones abiertas y participativas que, luego de un largo proceso de consolidación, formaron el Clúster Porcino de La Pampa”, explica el Ing. Agr. Germán Succurro, Coordinador del ente, quien detalla que el PROSAP financia bienes de apropiación colectiva que sirven al crecimiento y beneficio de los productores que lo integran. “Luego el nivel de organización hizo que se formara la Asociación Clúster Porcino de La Pampa, que agrupa a unos 100 a 150 productores y está dentro del clúster pero no lo es todo, sino que forma parte de él”, aclara.
Actualmente el Clúster abarca la producción de 9 departamentos del centro-norte pampeano, reuniendo a 3.178 establecimientos, 27.000 madres y un stock total de 158.000 cerdos, que representan 72% de los porcicultores pampeanos y 66% de las madres en producción en la provincia.
DE AYER A HOY
En el largo camino transcurrido, se realizaron reuniones, encuentros, foros y diferentes actividades para diagnosticar la situación de la producción porcina pampeana, a partir de la cual se realizó una planificación estratégica de actividades clave, que surgieron del consenso de todos los participantes, para mejorar la situación del sector, orientadas a aumentar su competitividad y crecimiento en el mercado.
– ¿Con qué proyectos se inició el Clúster?
– Los primeros proyectos se orientaron principalmente a fortalecer la producción primaria, donde se debía mejorar fuertemente la productividad, e incorporar de manera sustentable un gran número de pequeños productores, fortaleciéndolos con integraciones horizontales y verticales, y apuntando a adecuar los sistemas productivos. Priorizamos a los pequeños productores que se estaban organizando en grupos de Cambio Rural, asociados entre sí o integrándose a cooperativas, lográndose como objetivo organizacional mayor la asociación de productores.
– ¿Qué actividades realiza actual– mente? ¿De quién depende y cómo se financia?
– Actualmente el Clúster realiza reuniones de la Asociación, donde se tratan los diferentes temas del sector como mejora genética y la construcción, puesta en marcha y funcionamiento de la infraestructura proyectada, entre otros. Así, se busca canalizar las inquietudes para tratar de resolverlas de manera colectiva entre los sectores público y privado. Estas actividades se financian con recursos de los productores y con apoyo del Ministerio de la Producción.
Gerardo Succurro: “El productor debería recibir mejores precios que no serían compatibles para mantener la tasa de crecimiento del consumo en el mercado interno. Por eso se debe ajustar la productividad en el mediano plazo. Pero también se requieren políticas que permitan subsistir a muchos pequeños y medianos productores, que se encuentran en una situación preocupante”.
– ¿Qué proyectos concretaron en 2017?
– Luego de realizar el diagnóstico del sector, se pusieron en marcha 3 grandes proyectos: el fortalecimiento institucional del Clúster a nivel provincial y local, para promover la articulación entre el sector público y el privado; la promoción de prácticas y procesos que eleven la calidad de la res porcina que ofrecen sus productores, incrementando la calidad, cantidad y continuidad de los bienes primarios e industriales del Clúster, y capacitando recursos humanos en las etapas de producción primaria, e industria frigorífica y chacinadora, y -finalmente- promover modelos asociativos, fortaleciendo la integración y eficiencia del sistema en su conjunto y consolidando unidades de producción eficientes, que posicionen regionalmente al Clúster.
En este sentido, Succurro agregó que el año pasado el Clúster ejecutó fondos aportados por el PROSAP en la compra de materiales para construir infraestructura de alta eficiencia, en granjas asociativas de pequeños productores, desarrolló un manual de buenas prácticas de manufactura para la industria chacinadora, adaptado a las características de la industria local, y se conformó y consolidó institucionalmente la Asociación, organismo que cumple un rol clave para la consolidación del clúster en el mediano y largo plazo.
Parideras entregadas por el Cluster a sendos grupos de productores de las localidades pampeanas de Uriburu y Rancul.
– ¿Cómo han encarado 2018?
– Este año estamos construyendo un alojamiento para padrillos de alta calidad genética en el Centro de Reproducción Genética Porcina de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), en General Pico, que consta de un criadero monovolumen totalmente intensivo, donde producimos genética para los productores del Clúster y de La Pampa, en general. Este centro es de gran importancia para abastecer a los productores locales semen de alta calidad, donde -a través de los recursos del PROSAP- se financia el alojamiento para 9 padrillos de diferente genética. Este proyecto apunta a incorporar genética de alta productividad y calidad carnicera en animales adaptados a los sistemas de producción locales. También pondremos en marcha maternidades asociativas entre pequeños productores, en diferentes localidades de la provincia, de manera de lograr alta eficiencia en la etapa de cría, y continuaremos con acciones de fortalecimiento institucional de la Asociación y del Clúster en su conjunto.
PRECIOS, CONSUMO Y COSTOS
Como tantos protagonistas de la producción porcina nacional, Succurro coincide en que la consolidación del mercado de carne porcina en los próximos años va a posicionar a la actividad como una de las más importantes en Argentina y Latinoamérica”, ya que “los consumidores valoran cada vez más este tipo de carne que va a ir reemplazando las tradicionales para la región.
Refiriéndose específicamente a nuestro país, más allá de las condiciones ambientales favorables a la producción y el aumento en el consumo de carne porcina, Succurro señala que “es una producción que genera valor agregado en origen y arraigo rural, y que la acción colectiva y el asociativismo ayudan y contribuyen a mejorar la eficiencia, y cambian el paradigma productivo para las generaciones venideras”.
No obstante, puntualiza que aún es necesario -en algunos casos- mejorar la calificación de la mano de obra y los bajos índices productivos que las granjas argentinas tienen respecto de otros países de la región, así como la dificultad en generar niveles de conciencia para trabajar de manera asociada, sobre todo en pequeños y medianos productores. “Y también nos preocupa el acelerado proceso de concentración de la producción porcina, que desafía a los pequeños productores en cuanto a su continuidad en la actividad”, advierte.
Construcción de alojamiento para padrillos en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam, en General Pico, que beneficiará a pequeños y medianos productores porcinos.
– ¿Cómo está actualmente la sustentabilidad de la producción porcina en el país, a nivel ambiental, social y económico?
– Está ligada mayormente a la gestión de la producción y a la situación económica del país, evaluando la variación de los costos de producción (alimentación y estructura). Para cubrirlos, el productor debería recibir mejores precios que -en el corto plazo- no serían compatibles para mantener la tasa de crecimiento del consumo en el mercado interno. Por lo tanto, se debe ajustar la productividad en el mediano plazo. Pero también se requieren políticas de corto plazo que permitan disminuir los costos de producción y lograr la subsistencia de muchos pequeños y medianos productores, que se encuentran en una situación preocupante.
– ¿Qué medida gubernamental sería necesaria para mejorar la actividad porcina en el país?
– Hacen falta acciones que permitan bajar el costo de los granos destinados a las granjas porcinas de pequeños productores, mayoritariamente maíz y soja, que son insumos directos. También, controlar las importaciones para cuidar y seguir desarrollando la producción porcina argentina y mantener el alto estatus sanitario que tiene.
Para Succurro, otro tema pendiente es mejorar la transparencia de los precios al productor, ya que “la información al respecto no es del todo clara y se evidencia en la alta disparidad de los valores que se pagan al productor”. A esto agregó la necesidad de créditos con tasas acordes a la rentabilidad del sector, que mejoren la competitividad de los pequeños y medianos productores en infraestructura, mejora genética y aumento de escala, entre otros aspectos.
En cuanto al consumo, señaló la necesidad promocionar la carne de cerdo, como se realiza con la vacuna y generar condiciones para promover el mercado de exportación.
Y por último señaló que “habría que fortalecer herramientas asociativas y de trasferencia tecnológica como Cambio Rural, promover la formación de grupos asociativos de pequeños y medianos productores, y las asociaciones de productores a nivel local, de manera que actúen de manera coordinada a nivel nacional en federaciones u otro tipo de integración”, concluyó.
Más información:
gerardosuccurro@hotmail.com
Fuente: Revista Solo Aves & Porcinos Nº 71