MEXICO: SEXTO PRODUCTOR DE CARNE DE BOVINO EN EL MUNDO
De acuerdo a un comunicado de prensa, en el mismo tenor, Michoacán es el octavo productor de bovinos de carne del país, y el doceavo productor de leche con 331 millones 038 mil litros anuales, según los datos más recientes del Servicio de Información Alimentaria y Pesquera (SIAP).
Con el objetivo de mejorar la calidad de la carne, aumentar la producción y por ende, los ingresos de las familias ganaderas, el gobierno del estado de Michoacán cuenta con seis Centros de Fomento Ganadero, los cuales están distribuidos a lo largo y ancho de la geografía estatal, mismos que son operados por la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedru).
La Carreta, es uno de ellos y está enclavado en el municipio de Morelia a tan sólo 20 kilómetros de la mancha urbana, en la carretera Morelia-Zinapécuaro. Ahí encontramos a Poli y Paulino, dos animales de raza pura, cuya función es la de producir embriones y semen, respectivamente, que son destinados al mejoramiento genético de la ganadería en Michoacán.
Poli, es una vaca de raza Montbeliarde Francesa de alta productividad tanto en leche como en carne; de alta rusticidad, característica que le permite vivir en un establo hasta al aire libre, comiendo pasto de mala calidad sin perder su eficiencia.
Paulino, en un toro Montbeliarde Europeo, el cual al cruzarlo con una vaca cebú, da crías resistentes al calor, malos pastos, falta de agua y mala alimentación, pero eficientes tanto en calidad de la carne como en el peso.
A decir del médico veterinario zootecnista, Jorge Alfredo Hernández Zaragoza, director de Ganadería de la Sedru, Poli y Paulino son proyectos que forman parte de la estrategia de la Sedru para fortalecer el desarrollo de la ganadería en Michoacán.
Una de las funciones del centro La Carreta, donde habitan estos ejemplares, es la producción de semen de sementales bovinos de raza pura Montbeliarde, Limousin, Simmental, Brahman, Suizo Americano y Europeo, que son las más difundidas en México y el mundo por su alta producción en carne y leche.
Con Paulino inicia el proceso de inseminación, recolectando su semen, el cual pasa a revisión en un microscopio, para determinar la calidad y cantidad de los espermatozoides.
Luego de un tratamiento de proporción y dilución, las muestras se envasan en pajillas o popotes de medio centímetro cúbico, las cuales contienen un promedio de 50 millones de espermatozoides, más que suficientes para la fecundación del óvulo, y se congelan en un termo el cual es enfriado a base de nitrógeno líquido a una temperatura de 196 grados centígrados bajo cero, en el que permanecen en estado latente.
Cuando una vaca va a ser inseminada, se descongela la pajilla en agua, a una temperatura de 36 grados centígrados (temperatura promedio del bovino) e inmediatamente después se aplica en el útero a fecundar.
La única condición a tomarse en cuenta, es que esta vaca se encuentre en estro (celo), el cual se presenta cada 21 días en promedio y dentro de las 12 a 18 horas después de iniciado el celo, el margen de aplicación es de 6 horas; si no se realiza dentro de este tiempo, las posibilidades de éxito reducen.
De acuerdo a Mario Guzmán Ortiz, quien tiene una experiencia de 20 años en procesos genéticos, La Carreta cuenta con un inventario aproximado de 3 mil dosis; aunque por lo regular, trabajan en la inseminación a petición de los ganaderos, a quienes se les entregan las muestras en un máximo de 48 horas.
Almacenamiento de espermatozoides
Poli es la encargada de iniciar el proceso de transferencia de embriones al inyectarle hormonas, las cuales provocan que los ovarios den mayor respuesta y en lugar de producir un óvulo, produzcan entre cinco y diez o más de ellos.
Con lo anterior, Poli está lista para ser inseminada, acción que se realiza dos veces, con dos dosis cada vez. En un lapso aproximado de siete días, los embriones (óvulos fecundados) al no estar adheridos al útero, son fáciles de desprender, administrándoles un líquido e iniciando un procedimiento mediante el cual son extraídos.
Posteriormente, el óvulo fecundado o embrión, se coloca en el útero de otra vaca, la cual debió entrar en celo siete días antes.
Embriones y espermatozoides son revisados y almacenados
Cuando este embrión es depositado en el útero de otro bovino, se garantiza que nacerá una cría de raza pura y aunque el animal que recibe el embrión se constituye únicamente como una incubadora, el becerro recibirá de ella anticuerpos y rusticidad que le permitirá adaptarse al medio ambiente en el que habita la vaca receptora.
Los embriones se trabajan por pedido, ya que al tenerlos en congelación sufren cierto deterioro lo que disminuye las posibilidades de éxito; lo mejor para la transferencia de embriones es trabajar en fresco.
Es importante destacar que los médicos especialistas de la Dirección de Ganadería y de los Centros de Fomento Ganadero de la Sedru, hacen un estudio de la región donde se pide este material genético y se realiza una recomendación de la raza que podría ser más eficiente en ese tipo de condiciones.
La ganadería en Michoacán cuenta con un gran porcentaje de vacas jóvenes, lo cual acelera la recuperación de la ganadería, muestra de ello es que gran parte de nuestra entidad es ganadera y en la Tierra Caliente se producen miles de becerros que son vendidos para engorda a otros estados.
Si bien uno de los principales problemas de la ganadería es la falta de agua, la administración que encabeza el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, ha dado prioridad al equipamiento del medio rural a fin de que se puedan construir bordos y presas para captar el vital líquido para el ganado.
En este sentido, es de recordar que el pasado mes de enero del año en curso, el mandatario michoacano Fausto Vallejo, entregó maquinaria y equipo pesado en beneficio de 19 asociaciones ganaderas de los municipios de Tierra Caliente.
De acuerdo a un comunicado de prensa, en el mismo tenor, Michoacán es el octavo productor de bovinos de carne del país, y el doceavo productor de leche con 331 millones 038 mil litros anuales, según los datos más recientes del Servicio de Información Alimentaria y Pesquera (SIAP).
Con el objetivo de mejorar la calidad de la carne, aumentar la producción y por ende, los ingresos de las familias ganaderas, el gobierno del estado de Michoacán cuenta con seis Centros de Fomento Ganadero, los cuales están distribuidos a lo largo y ancho de la geografía estatal, mismos que son operados por la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedru).
La Carreta, es uno de ellos y está enclavado en el municipio de Morelia a tan sólo 20 kilómetros de la mancha urbana, en la carretera Morelia-Zinapécuaro. Ahí encontramos a Poli y Paulino, dos animales de raza pura, cuya función es la de producir embriones y semen, respectivamente, que son destinados al mejoramiento genético de la ganadería en Michoacán.
Poli, es una vaca de raza Montbeliarde Francesa de alta productividad tanto en leche como en carne; de alta rusticidad, característica que le permite vivir en un establo hasta al aire libre, comiendo pasto de mala calidad sin perder su eficiencia.
Paulino, en un toro Montbeliarde Europeo, el cual al cruzarlo con una vaca cebú, da crías resistentes al calor, malos pastos, falta de agua y mala alimentación, pero eficientes tanto en calidad de la carne como en el peso.
A decir del médico veterinario zootecnista, Jorge Alfredo Hernández Zaragoza, director de Ganadería de la Sedru, Poli y Paulino son proyectos que forman parte de la estrategia de la Sedru para fortalecer el desarrollo de la ganadería en Michoacán.
Una de las funciones del centro La Carreta, donde habitan estos ejemplares, es la producción de semen de sementales bovinos de raza pura Montbeliarde, Limousin, Simmental, Brahman, Suizo Americano y Europeo, que son las más difundidas en México y el mundo por su alta producción en carne y leche.
Con Paulino inicia el proceso de inseminación, recolectando su semen, el cual pasa a revisión en un microscopio, para determinar la calidad y cantidad de los espermatozoides.
Luego de un tratamiento de proporción y dilución, las muestras se envasan en pajillas o popotes de medio centímetro cúbico, las cuales contienen un promedio de 50 millones de espermatozoides, más que suficientes para la fecundación del óvulo, y se congelan en un termo el cual es enfriado a base de nitrógeno líquido a una temperatura de 196 grados centígrados bajo cero, en el que permanecen en estado latente.
Cuando una vaca va a ser inseminada, se descongela la pajilla en agua, a una temperatura de 36 grados centígrados (temperatura promedio del bovino) e inmediatamente después se aplica en el útero a fecundar.
La única condición a tomarse en cuenta, es que esta vaca se encuentre en estro (celo), el cual se presenta cada 21 días en promedio y dentro de las 12 a 18 horas después de iniciado el celo, el margen de aplicación es de 6 horas; si no se realiza dentro de este tiempo, las posibilidades de éxito reducen.
De acuerdo a Mario Guzmán Ortiz, quien tiene una experiencia de 20 años en procesos genéticos, La Carreta cuenta con un inventario aproximado de 3 mil dosis; aunque por lo regular, trabajan en la inseminación a petición de los ganaderos, a quienes se les entregan las muestras en un máximo de 48 horas.
Almacenamiento de espermatozoides
Poli es la encargada de iniciar el proceso de transferencia de embriones al inyectarle hormonas, las cuales provocan que los ovarios den mayor respuesta y en lugar de producir un óvulo, produzcan entre cinco y diez o más de ellos.
Con lo anterior, Poli está lista para ser inseminada, acción que se realiza dos veces, con dos dosis cada vez. En un lapso aproximado de siete días, los embriones (óvulos fecundados) al no estar adheridos al útero, son fáciles de desprender, administrándoles un líquido e iniciando un procedimiento mediante el cual son extraídos.
Posteriormente, el óvulo fecundado o embrión, se coloca en el útero de otra vaca, la cual debió entrar en celo siete días antes.
Embriones y espermatozoides son revisados y almacenados
Cuando este embrión es depositado en el útero de otro bovino, se garantiza que nacerá una cría de raza pura y aunque el animal que recibe el embrión se constituye únicamente como una incubadora, el becerro recibirá de ella anticuerpos y rusticidad que le permitirá adaptarse al medio ambiente en el que habita la vaca receptora.
Los embriones se trabajan por pedido, ya que al tenerlos en congelación sufren cierto deterioro lo que disminuye las posibilidades de éxito; lo mejor para la transferencia de embriones es trabajar en fresco.
Es importante destacar que los médicos especialistas de la Dirección de Ganadería y de los Centros de Fomento Ganadero de la Sedru, hacen un estudio de la región donde se pide este material genético y se realiza una recomendación de la raza que podría ser más eficiente en ese tipo de condiciones.
La ganadería en Michoacán cuenta con un gran porcentaje de vacas jóvenes, lo cual acelera la recuperación de la ganadería, muestra de ello es que gran parte de nuestra entidad es ganadera y en la Tierra Caliente se producen miles de becerros que son vendidos para engorda a otros estados.
Si bien uno de los principales problemas de la ganadería es la falta de agua, la administración que encabeza el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, ha dado prioridad al equipamiento del medio rural a fin de que se puedan construir bordos y presas para captar el vital líquido para el ganado.
En este sentido, es de recordar que el pasado mes de enero del año en curso, el mandatario michoacano Fausto Vallejo, entregó maquinaria y equipo pesado en beneficio de 19 asociaciones ganaderas de los municipios de Tierra Caliente.