LAS EXPORTACIONES DE CARNE VUELVEN A NIVELES PREVEDA

Las exportaciones de los principales productos cárnicos bovinos alcanzaron durante julio los mismos niveles registrados en febrero de este año, pero cayeron un 40,25% respecto del mismo mes del 2005. En el sector ganadero existe la sensación generalizada de que el volumen y los mercados perdidos tras la suspensión temporaria sobre las exportaciones y la detección de fiebre aftosa en Corrientes ya están prácticamente recuperados.Para los empresarios, la apertura parcial del 65% del mercado resuelta por Economía ya permite reencontrarse con los mismos mercados de principios de año. "Ahora son tantas las excepciones a las restricciones sobre las exportaciones, que prácticamente todas las ventas están liberadas", explicó a Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra).Impacto Los datos oficiales difundidos por el Senasa revelaron que, durante julio, se llegaron a vender 41,9 mil toneladas de productos cárnicos bovinos, frente a las 43,4 mil registradas en febrero pasado. No obstante, la cifra es todavía insuficiente si se la compara con las 58.000 registradas en julio del 2005. Más aún si se tiene en cuenta el saldo total de las ventas al exterior en los primeros siete meses, en relación con el mismo período del año pasado: el sector arroja una caída del 30% en volúmenes, con una exportación de 267.753 toneladas, frente a las 381.587 alcanzadas en el 2005.A su vez, en facturación, con una notable mejora en los precios internacionales, la pérdida de este año fue de 22,55% en relación con el anterior: en el 2006 se percibieron u$s585,4 M por estos mismos productos, mientras que en la misma etapa del ciclo anterior se habían acumulado u$s756 millones.Con todo, los especialistas coinciden en advertir que, al menos en lo inmediato, la Argentina no sufre ni sufrirá un impacto severo en los intercambios comerciales, debido a que en el mundo aún persiste la escasez en la oferta del producto. Para el vicepresidente de la Cámara de Exportadores, Alberto de las Carreras, los efectos de la veda "no se notan tanto en el corto plazo porque el mundo está demandante de carnes vacunas", pero el problema será que, "en un mercado más calmo, nos harán pagar la factura, abasteciéndose en otros orígenes de provisión más regular".

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