Inteligencia artificial: el futuro de las granjas porcinas
La ganadería de precisión contribuye al aumento de la productividad, la reducción del impacto medioambiental y la mejora del bienestar animal.
Por: Boehringer Ingelheim
Fotos: Boehringer Ingelheim / Banco de imágenes
Viajemos hacia el futuro e imaginemos que estamos en el año 2030. En algún lugar del mundo un productor porcino despierta en la mañana y mira su teléfono inteligente. Sin levantarse de la cama, ya sabe si durante la noche sucedió algo fuera de lo normal en su granja automatizada. Mucho antes del desayuno, el productor puede verificar información recogida en tiempo real, ya procesada y analizada. Puede acceder a un panorama preciso de las condiciones actuales, definir las prioridades del día y así optimizar su manejo del tiempo. Imaginémoslo: contar con información detallada sobre los movimientos de los animales, alimentación y consumo de agua, niveles inusuales de actividad o aumento de los niveles normales de tos. Un aumento en la dificultad respiratoria puede haber generado una toma de muestra de fluidos orales automatizada. ¿Y si los resultados de esa prueba ya estuvieran disponibles también?
Este futuro eficiente en realidad está sucediendo ahora mismo. La digitalización está llegando a las granjas de todo el mundo en un mercado veterinario digital en expansión, cuyo valor se espera que ascienda a USD 4,6 billones en 2024. Los porcicultores que buscan esa conectividad ya conocen estas herramientas, como los micrófonos, las cámaras y los sensores. La inteligencia artificial es solo una de las tecnologías que se pueden utilizar para impulsar a la industria de la simple prevención a la predicción… ¡y más allá!
Se aporta un mayor sustento para la toma de decisiones y la automatización, y transparencia en la información para los proveedores y los consumidores. No solo es posible prevenir las enfermedades; estamos construyendo la capacidad de predecir enfermedades de forma precisa para asegurar así que los cerdos estén sanos.
Ganadería de precisión: la cuarta Revolución Industrial
Un estudio de mercado arroja algunas tendencias. No solo que las granjas son cada vez más grandes y que buscan reducir costos y mejorar la competitividad, sino también que las preocupaciones de la sociedad juegan un rol cada vez más importante en el futuro de la ganadería de precisión. Junto con el aumento en la demanda de proteína animal, existen cuestiones igualmente importantes relacionadas con la huella en el medioambiente generada y también una demanda del público de más transparencia en cuanto al bienestar animal.
La inteligencia artificial, recolección de datos y monitoreo en tiempo real ofrecen soluciones para estas cuestiones. En ese sentido, el manejo integrado de salud ofrece identificación inteligente y trazabilidad de los animales: percepción y detección inteligentes para registrar información; plataformas de análisis y hasta mecanismos de dosificación inteligente.
El manejo integrado de salud es parte integral de la ganadería de precisión, que es la versión ganadera de la cuarta Revolución Industrial. Se trata de integrar las tecnologías inteligentes, hardware, software y análisis inteligente a la rutina diaria de los negocios de producción de proteína animal. Todas estas tecnologías tienen un objetivo principal: habilitar una toma de decisiones más informada, más confiable y en tiempo real; tanto a nivel de la granja como de la gerencia.
Recolectar datos para mejorar la eficiencia de la granja
No existe un buen proceso de toma de decisiones sin datos confiables. En la medida que aumenta la cantidad de granjas y servicios conectados se generan nuevos flujos de información dentro de la cadena de producción porcina, facilitando a los productores la detección de potenciales problemas de salud, el mejor manejo de sus recursos, y aumentando la eficiencia tanto en cuanto a costos como en calidad. Además, estas herramientas suman transparencia para el cliente final sobre la carne que consume.
Podemos agrupar la información importante en tres grandes grupos: datos de la granja, datos de salud y datos genéticos. Con los datos de la granja, los productores pueden evaluar factores tales como alimentación, temperatura y movimiento de los lechones. Los datos de salud se relacionan con la tos, la temperatura corporal y el diagnóstico de enfermedades. Combinando signos clínicos y detección de patógenos, el veterinario a cargo puede tomar mejores decisiones informadas. Finalmente, los datos genéticos, de padres y granjas, permiten mapear genética y los posibles problemas que eso pueda generar.
Sistema de salud integrado para ser sustentables y cuidar del bienestar animal
La inteligencia artificial analizará información compleja de todas esas fuentes para lograr detectar tendencias, signos o información precisa para apoyar las decisiones diarias en la granja. Al usar un sistema de salud integrado, la producción porcina dará mejores resultados para el productor, en cuanto al aumento de predictibilidad y rentabilidad de su granja, mientras que los consumidores de cerdo podrán confiar en la fuente transparente y verificable de sus alimentos. El planeta también se beneficia porque sus valiosos recursos son tratados de manera sustentable y lo más importante de todo: el bienestar de los cerdos a nuestro cuidado está en el centro de una granja totalmente integrada.
Esto se torna cada vez más importante para los grandes productores integrados que tienen a su cargo sistemas complejos con cientos o miles de animales en múltiples sitios. Para apoyar el desarrollo de granjas digitalizadas, es crítica la colaboración cruzada: es necesario sumar esfuerzos tanto con los miembros clave de la cadena de valor para acceder a los datos y también con los proveedores de tecnología dentro de la industria para llevar soluciones innovadoras al mercado.
Definitivamente, la colaboración es el camino fundamental para ofrecer un sistema de manejo de salud integrado.