El IPCVA, el INTI y el INTA analizarán los impactos ambientales de la carne vacuna argentina
Existe un creciente interés de los consumidores a nivel mundial sobre el desempeño ambiental de los productos, en particular para el caso de los alimentos. En este sentido, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), firmaron el pasado 14 de marzo un convenio para llevar adelante el proyecto “Determinación de impactos ambientales de la carne bovina conforme al sistema de Declaración Ambiental de Producto”.
La propuesta técnica a desarrollar contempla la modelización y análisis tanto del sistema productivo primario, como del industrial y de consumo, incluyendo también a la logística y el transporte, entendiendo al análisis de ciclo de vida desde la cuna hasta la tumba (from cradle to grave) para la carne bovina sin hueso, refrigerada y envasada al vacío.
En el proyecto participan 28 establecimientos industriales y 84 de producción primaria representativos de todas las regiones productivas de Argentina. El conocimiento de los impactos ambientales permitirá a los diferentes actores de la cadena de valor diseñar y ejecutar acciones orientadas a su reducción y, asimismo, certificar a futuro sus declaraciones ambientales con el INTI, en su rol de hub regional del sistema EPD International.
El estudio tendrá una duración de 18 meses y será coordinado técnicamente por el Dr. Javier Echazarreta por parte del INTI, y por el Dr. Rodolfo Bongiovanni por parte del INTA. El Jefe del Departamento de Promoción Interna del IPCVA, Ing. Adrián Bifaretti, será el responsable técnico del convenio por parte del IPCVA.
El convenio fue firmado en la sede del IPCVA por Juan José Grigera Naón, presidente del Instituto, Ruben Geneyro, presidente del INTI, y Nacira Muñoz, vicepresidenta del INTA en representación de Mariano Garmendia, su presidente. “De este estudio van a surgir las pruebas indiscutibles de la sostenibilidad de la producción de carne vacuna argentina, un aspecto fundamental en la discusiones que se da en los distintos foros internacionales. Y ello conllevará a una más sólida inserción de nuestro país en los mercados internacionales de carnes”, afirmó Grigera Naón.
Por su parte, Ruben Geneyro, subrayó que “la sustentabilidad y la contabilidad ambiental tienen una importancia creciente: los consumidores demandan productos más sustentables e información rigurosa, las empresas exigen a sus proveedores información ambiental sobre la cadena de suministro y los gobiernos utilizan la contabilidad ambiental para proteger sus mercados. En este contexto, desde el INTI consideramos que el Análisis del Ciclo de Vida y las Declaraciones Ambientales de Producto son herramientas de gran valor para aumentar la competitividad de nuestra industria mediante la mejora de su desempeño ambiental y una comunicación objetiva, científica y confiable”.
Mientras que Muñoz destacó el aporte técnico y científico del INTA para desarrollar e implementar mejoras en toda la cadena. “Es sumamente importante conocer el estado actual de situación en términos de trazabilidad y del impacto ambiental”, explicó y agregó que “esta información de diagnóstico permitirá corregir, de ser necesario, las perspectivas; ya que la corrección y el abordaje siempre es parte de una propuesta de desarrollo e implementación”.
Esta iniciativa constituye una experiencia de interacción público-privada que registra pocos antecedentes a nivel internacional. Si bien existen algunas iniciativas privadas que demuestran la aplicación de esta metodología en empresas de distintos países, el estudio resulta inédito a nivel de cadena de valor sectorial. Los protagonistas destacaron la importancia estratégica para el país, dado que la posibilidad de contar con información sobre el desempeño ambiental es clave para la construcción de nuevos pilares de competitividad que fortalezcan el prestigio de la carne vacuna argentina en los principales mercados del exterior y, asimismo, para facilitar la adopción de métodos de producción sustentables que satisfagan las crecientes preocupaciones ambientales de los consumidores.