EL CARNICERO DE CHUANG TSU

EL CARNICERO DE CHUANG TSU
El carnicero era un amante del TAO y así progresaba en su arte.
Al principio de su carrera sólo veía la vaca
Después de tres años ya no veía a la vaca.
En ese momento era su espíritu el que hacía las cosas.
No ya sus ojos, sólo su espíritu.
Ahora ya conocía la conformación de la vaca y entonces se dedicó a los intersticios.
No dañaba las arterias, ni las venas, ni los músculos ni los nervios, mucho menos los huesos grandes.
Un buen carnicero usa un cuchillo por año porque no parte nada más que la carne.
Un carnicero común gasta un cuchillo por mes porque lo rompe contra los huesos.
Así el carnicero de Chuang-Tsu usó el mismo cuchillo durante diecinueve años.
Despedazó miles de vacas pero el filo siempre estaba como el primer día.
La clave es esta:
donde se juntan los huesos hay huecos, inersticios
como el filo del cuchillo no tiene espesor, el que sabe hundir el filo muy delgado ahí maneja su cuchillo con facilidad porque corta en los lugares vacíos.
Por eso el carnicero de Chuang Tsu usó el mismo toda la vida.
Ahora, cada vez que tiene que cortar presta atencion, respira hondo, mira y trabaja despacio, muy despacio.
Maneja muy suavemente su cuchillo y las juntas se separan tan facilmente como se deposita la arena en la playa.
 
Alejandro Margulis
Chuang Tsu, III, Principio de Higiene

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