DISMINUYÓ LA FAENA ANUAL DE CABEZAS BOVINAS

Una proyección realizada por la entidad indica que la faena total a nivel país alcanzara a fines de diciembre a 1.174..088 cabezas, pero si se la compara con octubre, la cifra representa una retracción del 3,5 por ciento y, en términos interanuales llegaría a 4,3 por ciento. Comparado con el promedio mensual del año (1.191.308 cabezas), la faena de noviembre quedaría ubicada 1,4 por ciento por debajo. En los primeros once meses del año la faena total llegó a un nivel de 13,10 millones de cabezas, acumulando una leve recuperación de 0,4% con relación al mismo período de 2004. En resumen, en el año que acaba de finalizar, la cadena de valor, aún en un contexto de retención de vientres para recomponer existencias, pudo mantener la cantidad de animales enviados a faena en el mismo nivel de 2004, período que se había caracterizado por la situación opuesta (liquidación de vientres). Es importante destacar que en noviembre la incertidumbre sobre el futuro sectorial no se tradujo en una retención generalizada de hacienda, como lo habían argumentado algunos representantes de la cadena de valor. Pero también es importante aclarar que en el penúltimo mes del año confluyeron varios factores que afectaron las expectativas a mediano plazo de los productores (cierre parcial de mercados externos para los frigoríficos brasileños, ante la aparición de focos de aftosa en determinados estados del vecino país. A ello se le sumó también la entrada en vigencia de la prohibición de enviar a faena animales con peso inferior a 260 kilogramos en pie equivalentes en nuestro país; además se le agregó la decisión de eliminar el reintegro de impuestos a la exportación de carne, entre otros bienes, agregándole además un derecho de exportación adicional de 10 por ciento, que llevó el arancel total hasta 15 por ciento del precio fob), pero ese impacto era imposible acusarlo de inmediato. Respecto de composición de la faena por sexo y edad, en los primeros diez meses de 2005 la participación de las hembras en el total se redujo en forma considerable en comparación con lo verificado en 2003-2004. Entre enero - octubre de 2005 la participación de las hembras fue de 43,7 por ciento, es decir 2,6 puntos porcentuales inferior a la registrada en los primeros diez meses de 2004 y 0,3 puntos porcentuales menor a la de similar lapso de 2003. Esta disminución se explicó por una menor faena de hembras en términos absolutos, en un contexto de crecimiento de la faena total, lo cual profundizó la caída en términos relativos.Retención de vientres Se retrajo la faena de todas las categorías de hembras. La de vacas cayó 8,1 por ciento con relación a enero-octubre de 2004, la de terneras 10,0% y la de vaquillonas hizo lo propio en 0,2 por ciento. Estos datos reflejan dos realidades que enfrentó el sector. Por un lado, a lo largo de 2005 resultó más conveniente retener vientres para recomponer existencias, debido a las perspectivas alentadoras a mediano y largo plazo que se avizoran (¿avizoraban después de noviembre?) para el sector, a lo cual hay que sumar la mejora de la relación de precios entre carne y maíz, que amplió la utilización del grano para mejorar la terminación del animal. Esto último es lo que generó el aumento del peso promedio de todas las categorías en comparación con lo observado en 2004, tanto de las hembras como de los machos. Por otro parte, las bajas tasas de preñez y de destete del segundo semestre ’03-primer semestre ’04, impactaron negativamente en la cantidad de terneras (y de terneros) disponibles para enviar a faena a lo largo de este año. Del lado de los machos, la faena de novillos fue la que más creció en lo que va de 2005. En los primeros diez meses del año se enviaron a los frigoríficos 3.183.077 novillos, es decir 361.538 animales más que en enero - octubre de 2004 (12,8%, que se agrega al crecimiento de 9,8% que se había registrado en 2004). Esto hizo que su participación en el total retornara a 33,1%, creciendo su importancia relativa en 3,8 puntos porcentuales con relación a lo observado en similar período de 2004. En este caso en particular, no sólo influyó la oportunidad del engorde con suplementación de maíz, sino también la dinámica de la demanda externa de carnes vacunas argentinas.

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