CUMBRE MUNDIAL DE FIEBRE AFTOSA

CUMBRE MUNDIAL DE FIEBRE AFTOSA
Los países infectados por la fiebre aftosa son más propensos a la inseguridad alimentaria, debido al impacto de la enfermedad en la esfera doméstica y al acceso restringido a los mercados locales, regionales e internacionales, destacaron los participantes de la Conferencia Mundial sobre fiebre aftosa, realizada del 24 al 26 de junio en Asunción, Paraguay.
 “La elaboración de una estrategia de control mundial de la fiebre aftosa debería considerarse como una prioridad internacional y debería ser elaborada de forma urgente,” fue una de las recomendaciones del encuentro que destacó el Representante Regional de la FAO, José Graziano da Silva.
Más de 500 personas, incluyendo representantes de la FAO, la OIE y de otras organizaciones internacionales, instituciones financieras y donantes mundiales, organizaciones no gubernamentales y gremios de ganaderos participaron del evento que buscó avanzar hacia el control de la enfermedad a nivel mundial.
 “Como señala la declaración final del encuentro, es necesario un firme compromiso de todos los países al más alto nivel político, con el fin de armonizar las políticas mundiales, regionales y nacionales para el control de la enfermedad,” agregó Graziano.
La OIE ha reconocido oficialmente que setenta países del mundo están libres de la enfermedad con o sin vacunación, mientras que se considera que cien países aún están infectados por la enfermedad de forma endémica o esporádica.
Lucha contra la enfermedad a nivel regional
Controlar y erradicar la fiebre aftosa es esencial para permitir el crecimiento sustentable del sector ganadero, que aporta el 45 % del Producto Interno Bruto agropecuario de América Latina. Según los datos presentados en la Conferencia, cerca del 32 % de los hatos y el 15 % de los bovinos de Suramérica se encuentran en áreas que no han sido reconocidas por la OIE como libres de fiebre aftosa.
La fiebre aftosa es la enfermedad de los animales que más afecta la economía de la Región por sus impactos sobre el comercio y los pequeños productores. Los brotes en dos países exportadores de carne como Brasil y Argentina durante los años 2005 y 2006, por ejemplo, causaron pérdidas superiores a los 10 000 millones de dólares por concepto de disminución de la producción de carne y leche, reposición de animales y el cierre de mercados nacionales e internacionales.
Sin embargo, el Oficial Principal de Producción y Sanidad Animal de la FAO, Tito Díaz, destacó el hecho de que se debe hacer mucho más visible el impacto económico y social de la enfermedad, especialmente en los países no exportadores, los que deben fortalecer sus mercados internos, ya que en dichos países los pequeños productores hacen un aporte muy alto al total de la producción de carne y leche.
 “Se trata de productores que tienen pocos animales, entonces la implicación económica y social que tiene un brote de fiebre aftosa que ,por ejemplo, afecte al 50 % de los animales para un propietario que depende económicamente de la venta de leche de cuatro vacas, es muy alto, y pone en serio riesgo sus ingresos básicos,” señaló el experto. “Es más, productores vecinos al predio afectado cuyos animales no están enfermos pueden verse también perjudicados al no poder vender sus productos por las restricciones a la movilización de animales y productos en zonas sujetas a cuarentena por la presencia de la enfermedad” agregó.
Por dicha razón, la FAO ha hecho énfasis en apoyar los programas nacionales de control y erradicación de la fiebre aftosa en los países de la Región Andina.
 “Hoy países como Colombia y Perú que han avanzado en sus programas de erradicación. Sin embargo, son muy vulnerables y tienen un riesgo muy alto dado los focos que se han presentado en países cercanos donde la enfermedad es endémica. De ahí la importancia de abordar el tema desde un punto de vista regional”, señaló Diaz.
Venezuela acaba de firmar su incorporación a un proyecto de la FAO para el fortalecimiento de las políticas y estrategias para la prevención, control y erradicación de la fiebre aftosa que incluye también a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, el cual está próximo a iniciarse.
 El continente americano es el principal productor de carne bovina con una producción total de 29,8 millones de toneladas anuales, lo que representa aproximadamente el 50 % del total de las exportaciones mundiales.
 

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