BLONDE D’AQUITAINE:LA RAZA MODERNA DE ORIGEN FRANCES
Por Antoinette Fuman*
Después de la Segunda Guerra Mundial nació la idea de reunir tres razas nativas del Sud-Oeste francés: la Quercy, la Garonesa y la Rubia de los Pirineos. La suma de las cualidades de estas tres razas y los esfuerzos constantes de selección, dieron como resultado una raza moderna, muy rústica, de parición fácil, rápido desarrollo con una gran producción de carne de calidad: la raza Blonde d’Aquitaine.
Desde los años 60, la Blonde d’Aquitaine estuvo en continua expansión a zonas del Mundo con grandes necesidades de proteína y adaptabilidad a los medios de grandes amplitudes térmicas.
Dicha raza llegó a la Argentina en los años ’70, primero con la importación de un toro –Jazmín-, y luego con el semen de otros dos toros –Flot y Doume- traído para hacer pruebas de cruzamiento con todas las razas en todas las latitudes.
Se participó en concursos de Novillo/Blocktest para recoger opiniones sobre la calidad de los animales en pié y en el gancho y la conveniencia o no de la importación de más animales de la raza. Finalmente se importaron un toro y cinco vacas desde Francia y en los años ’90 se trajeron semen y embriones desde Canadá. La raza probó su perfecta adaptabilidad a los suelos, pastos y climas de la Argentina.
SOLO VIRTUDES
La raza Blonde d’Aquitaine tiene un gran desarrollo corporal, caracterizado por el equilibrio de su esqueleto, sobre el que se insertan músculos compactos y voluminosos. Los machos llegan a un máximo de 1200 kilos y las hembras a 750. Tienen un pelaje rubio trigo, variando del claro oscuro, con aureolas más claras alrededor de los ojos y de la trompa, en la parte interna de las patas, en la panza, mucosas rosadas, y los cuernos son rubios con las puntas oscuras.
Este pelaje trigueño protege al animal de la “Mosca de los Cuernos”, y la piel tiembla cuando se le posan parásitos. Los vasos pueden ser rubios u oscuros, éstos últimos son beneficiosos para los animales en nuestros terrenos tan diversos: pedregosos, arenosos, blandos, etc.
Su cabeza es expresiva y liviana, de perfil recto o levemente convexo, cara larga, frente angosta y trompa ancha, (cuanto más ancha es, más pasto recoge).
Su cuerpo, largo y bien equilibrado, se compone de huesos finos y compactos, es decir, tiene los aplomos correctos que permiten un desplazamiento ágil. Las costillas son bien largas y suavemente arqueadas. El lomo es ancho y horizontal con la zona renal muy musculosa.
ALGUNAS DE SUS CUALIDADES
Los animales Blonde d’Aquitaine tienen una buena aptitud para la marcha, heredada de una larga selección como raza de trabajo, e igualmente a consecuencia de su adaptación al terreno accidentado de ciertas zonas de la cuna de la raza donde la escasez de agua y pastos los obliga a largas caminatas.
Estos animales resisten a los climas más rigurosos, tanto en los climas fríos (Canadá y otros países del Norte de Europa) donde las vacas paren en la nieve como en las zonas tropicales de grandes calores de más de 40º C: Portugal, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Brasil y Norte Argentino, y por supuesto sin problemas en nuestra Pampa Húmeda.
Son buenos convertidores de forraje, valorizan bien los alimentos más variados: granos, pastos duros, cortezas de árboles, hojas secas, bellotas, papel, etc. Después de un período de sub-alimentación, tienen una rápida recuperación y llegan a producir 2 kilos y más de ganancia diaria.
Los toros trabajan habitualmente de noche (como los toros índicos) haciendo un harén de vacas: no se molestan entre ellos y no pierden estado.
La excelente conformación de la pelvis de las vacas y sobretodo la morfología de los terneros al nacimiento facilitan al máximo los partos. Esto se aplica tanto para las vacas de raza Blonde d’Aquitaine como a las vacas y vaquillonas cruza.
Las vacas paren fácilmente y producen buenos terneros aun después de cumplir los 10 años. Los terneros al nacer son “una bolsa de huesos”. Los machos con un promedio de 47 kilos y las hembras con 44 kilos. Los músculos no se desarrollan y no se ensanchan en el lomo, cruz y anca hasta las 3 ó 4 semanas. Esta particularidad se transmite muy bien por los toros padres de esta raza en el cruzamiento.
El efecto paterno: la facilidad de parto y el rápido desarrollo se ha evidenciado en numerosos estudios llevados a cabo en diferentes países de Europa, América y Oceanía. Por eso se dice que en cruzamiento industrial, y por la facilidad de parto “infinitamente mayor”, es la raza ideal para la producción de carne con menores problemas de parto.
En Argentina, luego de 30 años de trabajar en cruzamiento con todas las razas y sus cruzas, la asistencia al parto es nula. La viabilidad de estos terneros cruza es mayor y al destete la vaca entregará un ternero de más peso.
Cualquiera sea el tipo de producción que se proyecte, la raza Blonde d’Aquitaine saca a relucir sus puntos fuertes: muy evidentes en la raza pura y sus cruzamientos.
Los “porqué” de la raza Blonde d’Aquitaine. La raza interesa a los distintos eslabones de la cadena de producción de la carne, empezando por el criador, que aprecia la facilidad de parto, la velocidad de crecimiento, la rusticidad y la gran adaptabilidad al medio ambiente. El invernador se beneficia de su gran potencial de crecimiento para producir un máximo de carne en un tiempo reducido, ventaja económica. El carnicero saca el mayor partido de la excelente conformación de la res que tiene un mínimo de desperdicio (grasa, huesos, etc.) y una proporción mayor de cortes nobles, con rendimientos siempre superiores al 60%; y el consumidor, finalmente, aprecia, sin riesgo para su salud, la terneza y el sabor de una carne genéticamente dietética.
En resumen, se trata de una gran cantidad de gente conforme, cada uno en su eslabón de la cadena de producción de alimento.
*Directora de Cabaña Curutue. Representante de la raza Blonde d’Aquitaine en Argentina. toinyhuffmann@yahoo.com