Aprovechamiento de los Residuos Derivados de Feedlot para la Producción Agrícola
Transformar los desechos orgánicos y efluentes en enmienda orgánica permite mejorar la calidad del suelo, el rinde de los cultivos y es una oportunidad para agregar valor en origen y contribuir a la sustentabilidad del sistema.
Por: Nicolás Sosa de INTA Manfredi y Alejandro Saavedra, especialista del INTA Justiniano Posse. Córdoba, Argentina.
La intensificación de la ganadería en sistemas confinados de engorde bovino, conocidos como feedlot, deriva en el aumento y la concentración de excretas. Por esto, técnicos del INTA Justiniano Posse (Córdoba) trabajan en el aprovechamiento de los residuos y su uso como enmienda orgánica para mejorar la calidad del suelo y el rinde de los cultivos. Aplicado en maíz, alcanzó hasta 1.200 kilos más por hectárea.
Nicolás Sosa, responsable del Proyecto Estudio del impacto ambiental, gestión y tratamiento de residuos y efluentes sobre sistemas agropecuarios y agroindustriales para su valorización agronómica, advirtió que la intensificación productiva genera un incremento exponencial de residuos orgánicos (RO) y efluentes (EF) en sistemas agropecuarios y agroindustriales. «Estos RO y EF presentan una composición compleja y altamente variable, pudiendo resultar potenciales contaminantes si los mismos no son tratados o manejados correctamente», manifestó.
Por otro lado, los residuos de los sistemas confinados de engorde bovino a corral aportan altos contenidos de materia orgánica, fósforo y nitrógeno; su distribución en el lote contribuye a la reposición de estos nutrientes, claves en la producción agrícola extensiva, y a la mejora de las propiedades físicas del suelo.
En este sentido, para Alejandro Saavedra, especialista del INTA Justiniano Posse, el destino final más económico para reponer nutrientes es su aplicación al suelo. “De esa forma, el productor reduciría notablemente el costo de las aplicaciones de fertilizantes minerales”, expresó y agregó que “en los residuos pecuarios tenemos una oportunidad para agregar valor en origen y contribuir a la sustentabilidad del sistema”.
En la práctica
Un trabajo realizado en un establecimiento de la localidad santafesina de Cafferata evaluó la aplicación de residuos de feedlot sobre maíz previo a la siembra, combinado con distintas dosis de fertilización nitrogenada. El ensayo incluyó pruebas de dosis de 7.500, 15.000 y 35.000 kilos por hectárea de enmienda orgánica. Según los técnicos del INTA, el cultivo rindió hasta 1.206 kilos por hectárea más, en comparación con la parcela testigo sin éstos.
El establecimiento cuenta con un sistema intensivo de engorde bovino con una capacidad de encierre de 6.000 cabezas. Además, una parte de la superficie se destina a la producción de maíz y soja. “Este feed lot, que alcanza una alta eficiencia biológica, se complementa muy bien con estos planteos agrícolas de los que se obtienen los granos, que son el principal componente de la dieta en estos sistemas”, expresó Saavedra.
“Para una correcta utilización de los residuos orgánicos como abono agrícola es necesario considerar la composición de los mismos, la oferta de nutrientes del suelo y las necesidades de los cultivos a fertilizar”, describió el especialista del INTA Justiniano Posse y observó que “un preciso control de la cantidad de subproducto a aplicar y una correcta utilización de los métodos mecánicos para realizar esta distribución, resultan imprescindibles para garantizar un manejo sostenible, rentable y agronómicamente correcto de los residuos”, observó.
En este sentido, Sosa explicó que “la correcta gestión y aplicación de residuos orgánicos al suelo es de gran interés para mantener o aumentar el C orgánico del mismo, suministrar nutrientes para los cultivos y contribuir a la generación de sistemas sustentables (condiciones químicas, físicas y biológicas)”.
Gestión de los sistemas
La integración de la producción agrícola con el engorde a corral de bovinos es una excelente alternativa para agregar valor a los granos en origen. “No sólo es una oportunidad porque se transforma proteína verde en roja, sino que, además, disminuye el impacto del flete y genera mano de obra local”, aseguró Alejandro Saavedra, para quien “estos sistemas tienden a ser más sustentables ya que parte de los nutrientes que se van con los granos vuelven al suelo”.
Al estar concentrados en la superficie, los residuos pueden generar efectos ambientales desfavorables. “Por esto, es indispensable realizar un análisis previo para evaluar y determinar cuál es el tratamiento adecuado para reducir la contaminación”, advirtió.
Por último, siempre que se utilice el desecho de un sistema pecuario intensivo -líquido o sólido-, es fundamental hacer una caracterización previa por medio de un análisis químico completo. En función de la composición y los requerimientos del cultivo a fertilizar, se ajustan los kilogramos de la enmienda orgánica que se distribuirá en el lote.
Fuente:
Revista AmeriCarne Nº135